Durante el rezo del ángelus en la plaza de San Pedro, el papa Francisco recomendó este domingo solucionar las disputas familiares ‘maravillándose’ por las virtudes, por las cosas buenas que tiene ese familiar o familiares con los que se tenga un problema.

“Cuando hay problemas en la familia damos por descontado que tenemos razón y cerramos la puerta a los demás”, lamentó. Sin embargo, “es necesario pensar qué cosas buenas tiene esa persona y maravillarse por esas cosas buenas, y eso ayuda a la unidad de la familia. Si tenéis problemas en la familia, pensad en las cosas buenas que tiene ese familiar con el cual tenéis problemas. Y maravillaos de eso, y eso ayudará a curar las heridas familiares”, indicó el portal aciprensa.com.

El domingo, en la celebración de la Sagrada Familia de Nazaret, el pontífice argentino reflexionó sobre dos palabras presentes en el Evangelio del día: estupor y angustia.

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“El Evangelio de hoy narra el viaje de la familia de Nazaret a Jerusalén, para la fiesta de Pascua. Pero, en el viaje de regreso, los padres se dieron cuenta de que el hijo de 12 años no estaba en la caravana”.

“Después de tres días de búsqueda y temor lo encontraron en el templo, sentado entre los doctores, discutiendo con ellos. A la vista del Hijo, María y José ‘quedaron estupefactos’ y la Madre le manifestó su angustia diciendo: ‘Tu padre y yo te buscábamos angustiados’”.

Francisco dijo que “en la familia de Nazaret nunca disminuyó el estupor, ni siquiera en un momento dramático como el de la condena de Jesús”.

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Ese estupor “es la capacidad de asombrarse ante la gradual manifestación del Hijo de Dios. Es el mismo estupor que también golpea a los doctores del templo, admirados ‘por su inteligencia y sus respuestas’”.

El papa concluyó su reflexión pidiendo rezar “por todas las familias del mundo, especialmente por aquellas que, por diversos motivos, tienen falta de paz y armonía: confiémoslas a la protección de la Sagrada Familia de Nazaret”. (I)