Mientras unas décadas han sido nombradas como “perdidas”, “ganadas” y otras hasta “robadas”; la década entre 2018 y 2028 podría llegar a conocerse como la “década maldita” en la historia económica del país. Esto porque Ecuador deberá empezar a pagar una serie de importantes vencimientos de capital y los intereses de los bonos Globales que fueron emitidos durante el anterior y el actual Gobierno. Así lo comenta Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal.

El monto que deberá cancelar el país en la próxima década es de $ 24.553 millones solo por el capítulo bonos.

Para Acosta, los pagos de capital e intereses son altos y para poder abordar dichas deudas, cuyas anualidades oscilan entre $ 700 millones (en 2025) a $3.900 millones (en 2027) tendrá que seguirse endeudando, pues no ha logrado reducir los gastos de manera importante.

Publicidad

Sin embargo, el problema de tener que recurrir a más deuda es que no existe un buen escenario para mejorar las condiciones, pues el riesgo país continúa alto: cerró en 700 puntos al 8 de noviembre y se ha mantenido en una banda de 613 puntos y 741 puntos en los últimos dos meses, según datos del Banco Central.

Con riesgos de este tipo, las autoridades económicas creen que se podrían obtener recursos en los mercados, pero con tasas de dos dígitos.

¿Pero cuál fue la razón para que todos estos pagos se acumulen en la siguiente década? En diciembre del 2008, el entonces presidente Rafael Correa y su ministra de Finanzas, María Elsa Viteri, anunciaron la moratoria de la deuda de los Bonos Global 2012 y 2030, los Global 2015 sí se pagaron. Sin embargo, en junio del 2014, Ecuador regresó a los mercados internacionales con relativo éxito, logrando colocar bonos, pero con intereses altos de entre el 7 % y 10 % y a plazos de cinco y diez años, considerados cortos y medios. Justamente esta estructura es la que hizo que el actual Gobierno y los dos próximos por elegirse deban cumplir con los vencimientos.

Publicidad

Fabián Carrillo, viceministro de Finanzas, confirma que en 10 años se pagarán $ 25.000 millones; y para ello: “Tenemos en marcha un proceso de reingeniería de deuda”. No da mayores detalles por estrategia. Pero comenta que se deberá ir financiando anticipadamente al vencimiento de esos bonos. Se hará “con ingeniería y buscando mejorar condiciones de acceso al financiamiento. Nos vamos a ir anticipando a los vencimientos para tener un mejor perfil de endeudamiento”.

Esto pasará por negociar con los mercados internacionales y a través de mecanismos de mercado se podrían alargar plazos y bajar tasas, comenta. Sobre si las últimas operaciones de repos en las cuales se han conseguido fondos, poniendo bonos Globales (por un valor 2,5 veces más que el valor obtenido, como garantía), explica que esta figura ha sido una manera de bajar los costos de la deuda. “Efectivamente, el último repo representó un ahorro de $ 90 millones, solo reduciendo 3% el costo del endeudamiento”. (I)