Erwin Bailón aprendió el oficio de elaborar figuras precolombinas de su padre Pérsimo, quien a su vez recibió las enseñanzas de su progenitor y abuelo de Erwin. Así, en la parroquia manabita La Pila, sus habitantes tratan de mantener esa tradición familiar de elaborar objetos gracias al barro y la cerámica.