La chambira es una palmera utilizada por los waoranis para dos cosas: la alimentación y para la elaboración de artesanías como redes de pesca, hamacas, shigras y otros que se tejen a partir de la fibra conseguida de sus hojas, detalló en una publicación en su página de internet diario La Hora.

El trabajo con esta planta es una tarea que está a cargo principalmente de mujeres, las mismas que se han convertido en protectoras de esta especie vegetal ante la escasez del recurso en el medio natural. Desde la Asociación de Mujeres Waoranis de la Amazonía Ecuatoriana trabajan en actividades para su conservación y extracción apropiada de los frutos y hojas, mediante viveros integrados a las chacras ancestrales.

Hoy, los trabajos con este material son vendidos, lo cual sirve como ingreso para solventar las necesidades básicas de vida, según la guía para la elaboración de artesanías con base en los saberes waoranis conocidos como tejiendo por la vida.

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El proceso para su uso es que luego de recolectar la chambira, se seca, cocina y se extraen las fibras, las mujeres se internan en el bosque en busca de otros materiales y plantas para dar color a sus creaciones. Recogen de la selva solo la cantidad necesaria para la labor y no dañar otras plantas cercanas.

El tono verde se obtiene de los tallos de la planta oyuncabe, se los machaca con un palo y de forma repetida directamente sobre la fibra de chambira. Para lograr el rojo se ralla la corteza del árbol wepeta y la viruta conseguida se coloca en una olla con la chambira, en igual proporción. Luego se le añade agua y se cocina por 10 minutos. Mientras la raíz rallada de kakawe (cúrcuma) proporciona un color amarillo intenso y esa viruta se hierve junto con la fibra de chambira 10 minutos.

En tanto, los tonos negro y morado se extraen de semillas que contienen en su interior pequeñas pepas, las cuales tienen que ser machacadas.

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El resultado final

Antes de dar el matiz deseado a la chambira se la seca y cocina a fuego lento, luego se la lava y se la pone a secar al sol durante tres días. Después viene la aplicación del color y esta vez se extienden bien las fibras y se ponen a secar a la sombra. Una vez secas, se las entorcha hasta convertirlas en hilo, y así queda listo el material que sirve de base para la elaboración de las diferentes artesanías. (I)