Los pasos peatonales laterales y centrales del puente internacional Rumichaca, en la frontera con Colombia, están abarrotados de ciudadanos venezolanos que el fin de semana empezaron a llegar por cientos ante el rumor de que Iván Duque, nuevo presidente de Colombia, cerraría las fronteras de su nación, una vez que haya asumido el cargo.

“Comenzamos a escuchar esa noticia a finales de julio, pero conforme pasaban las horas esa información fue tomando fuerza. Por eso decidí abandonar Maracaibo, mi ciudad natal, y viajar junto a mis dos niñas hasta Lima. Allá nos está esperando mi esposo”, dijo Karina Uribe.

La noche del lunes 6, la mujer venezolana hacía fila en el paso binacional. Tenía el turno número 3.827 para hacer sellar su pasaporte en las oficinas de Migración de Ecuador. Sus hijas, de 9 y 12 años, se alegraban con cada paso que daba su madre en medio de la extensa fila.

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Según Guillermo Clerque, cambista de moneda ecuatoriano que hace 20 años trabaja en Rumichaca, nunca se había producido una aglomeración de extranjeros de tal magnitud en el paso fronterizo.

“Ya era común ver a 4.000 o 5.000 venezolanos saliendo de Colombia e ingresando a Ecuador. Ese fenómeno lo comenzamos a ver desde el 2016. Pero ahora creo que la cantidad de personas que están represadas aquí se triplicó”, manifestó.

En las oficinas ecuatorianas de Migración había hermetismo sobre el repunte de foráneos. Sus funcionarios evitaban el diálogo con la prensa y decían que toda la información la proporcionará la Cancillería.

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Mientras tanto, a cada minuto llegaban a Ipiales buses repletos de venezolanos provenientes de Cúcuta, ciudad colombiana fronteriza con Venezuela. Muchos, como el venezolano Pedro Díaz, oriundo del estado de Carabobo, arribaban sin dinero a la frontera colombo-ecuatoriana.

Él se alimentaba con galletas y agua que llevaba en su mochila, mientras hacía fila para abandonar Colombia. “Somos muchos los que viajamos sin dinero. Eso no importa ahora, la cuestión es huir de Venezuela, donde la plata que puedas tener ya no vale nada y tampoco hay nada que comprar. Lo importante es entrar legalmente a Ecuador. Una vez allá, intentaré conseguir dinero para llegar a Quito, si no entre algunos compatriotas tenemos previsto caminar”, expresó el migrante.

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Entre Tulcán y Quito hay alrededor de 260 kilómetros. Y en la vía panamericana que une a estas dos ciudades, ya es habitual observar a grupos de venezolanos haciendo ese trayecto y durmiendo en estaciones de combustible.

En Rumichaca, para los que deciden emprender un largo viaje a pie, las bajas temperaturas y la falta de alimentos son el problema principal. Por ello, algunas instituciones privadas de Carchi entregan ayuda humanitaria a los viajeros. (I)

Apuntes
Éxodo

‘El 15% se queda en país’
El ministro del Interior, Mauro Toscanini, indicó que el 15% de venezolanos que ingresa al país se queda a vivir en territorio ecuatoriano. Sostuvo que el resto continúa hacia Perú y Chile.

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Ingresos
Hoy, según Toscanini, unos 8.000 venezolanos ingresa a diario al país, lo que según comerciantes de Rumichaca supone el triple del éxodo en temporadas anteriores.