Los esposos Carlos Villamar y Tanya Tandazo llevan casi ocho años viviendo en una urbanización asentada en la avenida León Febres-Cordero. Él vota en La Aurora, parroquia urbana del cantón Daule, y ella lo hace en Pascuales, parroquia urbana del cantón Guayaquil.

Villamar realizó hace cuatro años el cambio de domicilio porque con su voto, dice, puede expresar su conformidad o reclamo a la autoridad municipal donde reside; mientras que su esposa no realiza ese trámite porque aún se considera parte de Guayaquil, donde disfruta de los malecones, realiza compras y tiene un local en Pascuales.

Villamar votará en el 2019 por cuarta vez (lleva una presidencial, una seccional y una consulta) en La Aurora, que en el 2004 tenía 944 electores. Diez años después, los votantes ya se habían multiplicado por diez: en las seccionales del 2014 eran 9.477, y siguen creciendo, pues en la última consulta del 2018 en esa parroquia de Daule se registraron 14.744 electores.

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Aunque algunos que salieron de Guayaquil siguen votando en esta ciudad, el incremento de electores en cantones y parroquias satélites aledañas ya se empezó a sentir en los últimos catorce años. Tanto Guayaquil como Daule y Samborondón han sumado electores. En este último cantón, La Puntilla consta como parroquia satelital desde el 2014 en el sistema estadístico electoral y entonces tenía 18.732 electores, para la consulta 2018 sumaba 21.120.

El salir de Guayaquil a vivir cerca, en otro cantón aledaño, pero seguir sintiéndose parte de este puerto se debe, primero, a que no hay una ruptura de identidad citadina; y, segundo, porque en las sociedades urbanas existe esa movilidad buscando ya sea confort, estatus social o seguridad.

Así lo explica el sociólogo Gaitán Villavicencio, quien señala que desde el punto de vista de sus imaginarios esas personas no han salido de Guayaquil porque viven en alguna de las zonas conurbadas, que son áreas que perteneciendo a otra jurisdicción político administrativa hacen parte de un ente mucho más grande, como es el caso del Puerto Principal.

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Lo interesante es que las nuevas generaciones son las que van a asumir con mucha mayor proactividad su lugar de residencia”. Gaitán Villavicencio, sociólogo

Es lo que ahora se llama el concepto del Gran Guayaquil, dice Villavicencio. “Se han ido a un área que pertenece a Daule, Samborondón o Durán, etc., pero para ellos todo esto es Guayaquil”.

El sociólogo Marcelo Martínez menciona otros factores, como la costumbre y la seguridad. Por ejemplo, la persona de mediana edad si lleva varios procesos votando en el mismo lugar, lo adoptará como costumbre y además prefiere evitar inconvenientes como el no constar en el padrón, señala.

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Villavicencio estima que la tendencia de votar en su lugar de residencia se va a ver más en las nuevas generaciones y un medidor pueden ser las próximas elecciones seccionales.

El alcalde de Samborondón, José Yúnez, señala que su cantón está creciendo sostenidamente aunque en esta última década la situación fue variable. Menciona que en el caso de La Puntilla, antes de la Ley de Plusvalía, se otorgaban anualmente permisos de construcción para 850 nuevas familias. Con la vigencia de esta ley bajó a 600 y tras su derogatoria aspiran hasta fin de año a contar con 750 nuevas familias.

Yúnez señala que es normal que los nuevos habitantes no registren aún su cambio de domicilio, pero ya muchos jóvenes sufragan en Samborondón. “En la última elección votaron en La Puntilla 21.000 personas, esperamos que para el 2019 voten 23.000”, dice.

La identidad no va solo por la parte geográfica sino con los valores de la ciudad y Guayaquil ha tenido un despertar en las últimas décadas”. Guillermo Argüello, arquitecto urbanista

Considera que no hay ventaja ni desventaja si aun no registran su cambio de residencia. “Creo que la obra no solo se limita sino que se irradia. En el caso de cantones vecinos la gente conoce de la obra de Guayaquil. Muchas personas que viven aquí trabajan en Guayaquil y eso también beneficia a los cantones aledaños a este Gran Guayaquil”, recalca.

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Hasta el 1 de diciembre del 2017 el Consejo Nacional Electoral (CNE) registró 66.761 cambios de domicilio electoral, incluidos nacional y los residentes en el exterior. Guayas, de mayo a diciembre 2017, registró 10.910 cambios de domicilio.

Este diario solicitó desde el pasado lunes y martes información de los cambios de domicilio al CNE, nacional y Guayas, pero no hubo respuesta.(I)