Quito-Cuenca

Que sus denuncias por abuso sexual sean atendidas con agilidad en la Fiscalía de Azuay, para que no queden en la impunidad, fue el pedido que hicieron ayer las presuntas víctimas de violación del sacerdote César Cordero ante el fiscal general, Paúl Pérez.

La cita se realizó en Quito y tras más de una hora de reunión, Jorge Palacios indicó que aunque el fiscal Pérez no conocía mucho del caso, les ofreció que se hará justicia. “Solicitamos que la Fiscalía abra el caso y lo acuse al sacerdote como un violador...”, dijo.

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Por este caso existirían cinco denuncias planteadas. Palacios es una de las víctimas que denunció en 2010 el abuso sexual del que fue objeto por parte del clérigo en Cuenca.

Durante el encuentro con el fiscal, las víctimas contaron lo duro que fue vivir una agresión de alguien que tenía la obligación de cuidarlos y lo complejo que fue vivir y formar un hogar con un trauma así.

A las denuncias conocidas empiezan a trascender otras historias que involucran malos tratos. Por ejemplo, un hombre que se identificó como Jorge sostuvo que no fue víctima de abuso sexual, pero sí de abuso físico y tortura.

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“Nos hacía lanzar (César Córdero) a la piscina para él disfrutar viendo como nos ahogábamos. (...) Luego llamaba a otros niños que eran de su satisfacción para que nos peguen, tenía un chicote (látigo) de alambre de luz”, recordó Jorge, al tiempo que mostró varias señales que le dejó su mano los castigos del sacerdote que en ese momento era su maestro.

Andrés Palacios, abogado de las víctimas, aseguró que expusieron ante el fiscal todos los argumentos con los que se justifica que los delitos cometidos en este caso no han prescrito y aspira a que se dé agilidad a los procesos penales.

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El sacerdote denunciado tiene más de 90 años y hasta el momento no ha acudido personalmente al pedido de la Fiscalía de Azuay para que rinda su versión.

Según Tatiana Palacios, hija de Palacios, solo dos de las cinco víctimas han sido llamadas para rendir sus testimonios.

La mujer habría contado al fiscal que dentro del caso y por parte de la Iglesia vino un investigador externo, quien hizo una investigación y determinó que las acusaciones existentes contra Cordero son verosímiles, por lo que solicitaba a la congregación de la Doctrina de la Fe, que es el organismo respectivo dentro de la Iglesia, se inicie un juicio canónico. (I)