El 8 de mayo de 1988 -hace 30 años- con el triunfo del socialdemócrata Rodrigo Borja sobre el candidato populista Abdalá Bucaram Ortiz terminó en Ecuador una de las elecciones presidenciales más controvertidas de su historia y con una campaña marcada por la violencia a nivel verbal, entre los dos contendores finalistas.

Una vez que se descartaron ocho de los diez candidatos en una primera vuelta de elecciones (31 de enero de 1988), resultaron finalistas dos formas distintas de concebir y hacer política: la primera estaba constituida por bases ideológicas y estructura nacional; y la segunda era representada por el carisma del candidato.

Era la tercera vez que el doctor Rodrigo Borja Cevallos aspiraba a la Presidencia, pues fue derrotado en 1979 cuando pasaron a la segunda vuelta electoral Sixto Durán-Ballén y Jaime Roldós, quien arrasó aunque ningún sondeo le daba posibilidades. De ahí, en el año 1984, Borja llegó en primer lugar, pero en segunda vuelta fue vencido por el ingeniero León Febres-Cordero. Los resultados en 1988 estuvieron orientados a reafirmar la democracia reconquistada en 1979.

Publicidad

El compañero de Rodrigo Borja como vicepresidente fue el ingeniero Luis Parodi Valverde y con el grupo de Izquierda Democrática trabajaron bajo el lema 'Ahora le toca al pueblo', mientras que Abdalá Bucaram utilizó la consigna 'La fuerza de los pobres'. Borja triunfó en las provincias de la Sierra, Oriente y Galápagos; y Bucaram obtuvo preferencia en la región Costa.

Abdalá reconoció el triunfo de Borja

En esa contienda electoral Rodrigo Borja logró 1’762.417 votos frente a los obtenidos por Abdalá Bucaram con 1’572.651. Más de 4’673.000 ciudadanos estuvieron aptos para votar.

Bucaram reconoció que el líder de la ID había ganado las elecciones y lo importante en ese momento fue defender ese triunfo electoral por parte de todos los ecuatorianos. Le deseó éxitos para que cumpla con todos los ofrecimientos hechos y apoyo solidario a los cambios que prometió, pero le advirtió que “si hay un gobierno impopular que no cumple con los designios y ofrecimientos al pueblo ecuatoriano, usted encontrará a Abdalá Bucaram en el frente de combate".

Publicidad

Asumió el poder el día 10 de agosto de 1988, su discurso como primer mandatario duró dos horas y diez minutos, ya que dio lectura a las setenta y ocho páginas ante las delegaciones de varios países del mundo, siendo interrumpido en algunas ocasiones por los aplausos de los asistentes, en especial del presidente cubano Fidel Castro.

El doctor Rodrigo Borja junto con el ingeniero Luis Parodi Valverde y dirigentes de la ID encabezaron una caravana que recorrió las principales calles de Guayaquil.

Publicidad

Los principales problemas que enfrentó fueron la inflación, la deuda exterior que estaba en ese entonces sobre los once mil millones de dólares. A nivel internacional pudo mantener conversaciones bilaterales por la delimitación de fronteras con Perú. En 1991 participó en la I Cumbre Iberoamericana que se suscitó en Guadalajara (México).

Borja le dio un giro muy notorio a la política económica, social e internacional puestas en marcha en el gobierno de León Febres-Cordero. Modificó el sistema neoliberal adoptado por su antecesor a un régimen económico basado en políticas gradualistas que contenían las denominadas microdevaluaciones, pero nunca se presentaron los "paquetazos".

Entre las medidas tomadas estuvo la intervención directa del Estado en el mercado cambiario para controlar la constante devaluación de la moneda frente al dólar estadounidense, que por su influencia en el mercado ecuatoriano se había convertido en un regulador de la economía nacional.

En su calidad de presidente, Rodrigo Borja intervino y pidió arbitraje papal para el conflicto con Perú.

Publicidad

Un tema que heredó Borja fue el conflicto limítrofe con Perú, pues las relaciones diplomáticas estaban estancadas por lo que utilizó la diplomacia directa para buscar una vía que permita mejorar el vínculo con el país vecino; y el 30 de septiembre de 1991 desde la tribuna de la Asamblea General de las Naciones Unidas -reunida en Nueva York- sometió el problema al arbitraje del papa Juan Pablo II para dar por terminada la disputa territorial.

El planteamiento del arbitraje estuvo basado en cuatro puntos: 1) la propuesta al papa Juan Pablo II, 2) la declaración de la paz a Perú, 3) la invitación a Alberto Fujimori para que visite Ecuador; y 4) la elevación de las agendas de discusión a nivel presidencial.

El presidente del Congreso, Dr. Wilfrido Lucero, colocó la banda presidencial al doctor Rodrigo Borja, el 10 de agosto de 1988.

Su gobierno contó con el apoyo de 30 de los 71 diputados que formaban el Congreso Nacional, también de instancias administrativas, varias alcaldías y prefecturas logradas por su partido en la primera vuelta electoral.

Durante su gobierno adoptó una política de corte neoliberal que le costó la pérdida del apoyo popular cuando finalizó su mandato en 1992. El 10 de agosto de ese año entregó el poder al arquitecto Sixto Duran-Ballén. Borja manifestó entonces su intención de dejar la política activa, dedicarse a escribir y a su cátedra universitaria.

No obstante, volvió a la justa política en 1998 con una candidatura presidencial que no prosperó y volvió a intentarlo en el 2002, pero quedó cuarto. (I)