Los investigadores de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) llegaron este martes a la ciudad siria de Duma, diez días después de un presunto ataque químico contra ese exbastión rebelde, aunque los países occidentales dudan de que se puedan hallar todavía pruebas en el lugar.

El martes por la noche aún no habían comenzado su labor, según el embajador sirio en Naciones Unidas, Bashar Jaafari, que anunció que esperaban el visto bueno de un equipo de seguridad de la ONU.

La agencia de prensa oficial siria SANA anunció horas antes la llegada de "expertos de la comisión de armas químicas" en Duma, donde más de 40 personas fallecieron en un presunto ataque químico el 7 de abril pasado, cuando esa ciudad cercana a Damasco seguía en manos de los rebeldes.

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Estados Unidos, Francia y Reino Unido, que acusan a las fuerzas de Bashar al Asad de estar detrás del ataque químico, bombardearon instalaciones del régimen sirio el 14 de abril pasado como represalia.

Damasco y Moscú, su aliado, desmintieron cualquier implicación en lo ocurrido, acusaron a los rebeldes de inventar el supuesto ataque y reclamaron una misión de la OPAQ para investigar esos hechos.

En 2013, después de un ataque con gas sarín en Guta Oriental, donde se encuentra Duma, que había causado la muerte de centenas de personas, el gobierno de Bashar al Asad había aceptado adherir a la OPAQ y se había comprometido a destruir su arsenal químico.

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En 2014, la OPAQ declaró que Siria había destruido sus armas químicas, pero en 2017, una misión conjunta con la ONU concluyó que Damasco había vuelto a utilizar gas sarín contra la localidad de Jan Sheijun, noroeste de Siria, matando a unas 80 personas.

Los expertos de esa organización comenzaron su misión este domingo en Damasco, pero hasta el lunes aún no se les permitía ir a Duma.

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Rusia y Siria justificaron esa tardanza por "problemas de seguridad", y el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, negó cualquier intento de poner trabas a la labor de los investigadores.

Pero los occidentales recelan de las intenciones del gobierno sirio y su aliado ruso.

"Los rusos podrían haber visitado el sitio del ataque. Tememos que haya sido alterado con la intención de contrarrestar los esfuerzos de la misión de la OPAQ", declaró este lunes el embajador estadounidense ante la OPAQ, Ken Ward.

Y este martes el ministerio francés de Relaciones Exteriores consideró "muy probable que pruebas y elementos esenciales desaparezcan".

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Tres días después de los bombardeos occidentales en Siria, el presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró este martes que Estados Unidos, Reino Unido y su país intervinieron en "honor de la comunidad internacional".

Ante el Parlamento europeo, en Estrasburgo, el presidente francés reconoció sin embargo que la ofensiva contra las instalaciones del régimen sirio "no resolvió nada" y declaró que Francia quería "trabajar para una solución política" en Siria.

Turquía afirmó por su parte que seguirá trabajando con Irán y Rusia para lograr una solución al conflicto sirio, a pesar de las diferencia de opinión sobre los bombardeos occidentales contra Siria. (I)