A casi dos años del terremoto de magnitud 7,8 en Ecuador, que dejó 673 muertos, continúan los talleres con los cuales se busca reducir los efectos ante los desastres naturales que puedan presentarse en el país.

El terremoto del 16 de abril del 2016 dejó también nueve desaparecidos, 6.274 heridos, 28.775 personas en albergues y 6.998 edificaciones destruidas.

El taller de protección social reactiva ante emergencias, que se desarrolla en Quito, tiene el aval del Programa Mundial de Alimentos, y participan el Ministerio de Inclusión Económica y Social y la Secretaría de Gestión de Riesgos, instituciones que, a decir de Alexandra Ocles, secretaria de ese último organismo, deben aportar desde su ámbito de acción. 

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De acuerdo a Kyung-nan Park, representante del Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en inglés), la respuesta de Ecuador en el pasado terremoto del 2016 es un referente para la región. (I)