En un vuelo por vacaciones con su familia, Samantha Aguilar pidió entrar a la cabina. Tenía 11 años en ese entonces. “Sentí que eso era parte de mí, que debía estar piloteando”, cuenta la joven de 19 años.

Pero tenía que pasar obstáculos para finalmente obtener la licencia de piloto privado. Primero sus padres le decían que volar no era para mujeres, que busque otra carrera. Samantha insistió hasta que sus progenitores decidieron financiar el curso que es costoso.

Ahora su objetivo es obtener la licencia de piloto comercial, con la que puede lucrar. La preparación cuesta desde $ 40.000. La instrucción va avanzando hasta que el postulante completa 200 horas de vuelo. La joven continuará los estudios en la escuela de aviación Aero Club del Ecuador en Guayaquil.

Publicidad

Pero otra decisión de ella causa sorpresa en las pistas del país dominadas por hombres. Samantha quiere pilotar las aeronaves que suben y bajan esparciendo funguicidas sobre los sembríos. De esas que van al ras de las plantaciones, lo que la convierte en una de las ramas más peligrosas de la aviación, según coinciden expertos, quienes afirman que estos pilotos pueden llegar a ganar desde $5.000 en adelante, según el hectareaje que cubran.

La capitana Eunice Cerón Dávila, instructora del Aero Club del Ecuador, considera como clave del éxito que los estudiantes sientan pasión por la aviación, es decir, tener vocación. “Ahora se da la situación que hacen el curso porque tienen posibilidades económicas o porque dura un proceso de más o menos dos años obtener la licencia de piloto comercial que ayuda a presentarse como candidatos a las aerolíneas, pero en realidad estas también buscan experiencia, por lo tanto se requiere más tiempo”, dice.

Samantha es oriunda de Machala en El Oro, provincia donde ha observado desde las vías a los aviones que fumigan las plantaciones de banano. “Quiero sentir la adrenalina, es un sueño que quiero cumplir, sé que es lo más peligroso en aviación”, asegura.

Publicidad

Mario Rodríguez tiene más de 16 mil horas de vuelo y es director de la escuela de aviación Aero Club del Ecuador. Refiere que para obtener la licencia de piloto privado se requiere seguir un curso que cuesta alrededor de $ 14.000. Quienes lo siguen son por lo general dueños de aviones pequeños. Los que más operan en Ecuador son los tipo Cessna y Piper. El costo de una de estas aeronaves nuevas es de medio millón de dólares en adelante. (I)