Brasilia-Bogotá

El Gobierno de Brasil declarará situación de emergencia social en su estado de Roraima, en la frontera norte del país, para aumentar el financiamiento y los soldados en el lugar y así ayudar a controlar el flujo de refugiados venezolanos, dijo ayer el ministro de Defensa brasileño, Raúl Jungmann.

El gobierno local aseguró que el masivo ingreso de inmigrantes representa el 10% de la población de Boa Vista, la capital de Roraima, o alrededor de 40.000 personas, lo que complica los servicios públicos.

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Según Jungmann, las Fuerzas Armadas duplicarán el número de militares apostados en el estado, establecerán un hospital de campaña y crearán un centro de control para fortalecer las fronteras.

Mientras, Colombia continúa con las nuevas medidas para frenar el ingreso de migrantes venezolanos al país de manera ilegal. El jefe de las fuerzas armadas colombianas, el general Alberto Mejía, indicó ayer que en la zona fronteriza con Venezuela ya hay unos tres mil hombres que controlarán la marea creciente de migración.

Entre las medidas con las que el Gobierno espera ejercer mayor control de los caminos está la construcción de zanjas de cinco metros de ancho por cinco de profundidad. El martes, Mejía y el director de la Policía, general Jorge Nieto, estuvieron en la frontera nororiente del país, mientras equipos pesados realizaban trabajos para remover tierra.

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El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, apuntó que su país quiere ser solidario con los venezolanos necesitados, pero destacó que la migración debe llevarse a cabo de manera segura y legal.

Al respecto, la canciller colombiana, María Ángela Holguín, aseguró que se regularizaría a miles de venezolanos que ingresaron al país sin las autorizaciones necesarias.

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En 2017, el número de venezolanos instalados en Colombia se disparó: pasaron de unos 350.000 a más de medio millón en apenas seis meses, entre los residentes y los que entraron de forma irregular.

En tanto, el pasado martes, el Grupo de Lima compuesto por 14 países del continente, rechazó las elecciones presidenciales propuestas por el Consejo Nacional Electoral –acusado de favorecer al gobierno del presidente Nicolás Maduro– para el 22 de abril, y advirtió que no reconocería los resultados que deje.

Perú también indicó que Maduro no sería bienvenido en la VIII Cumbre de las Américas, que se realizará en Lima el 13 y 14 de abril. (I)