El presidente brasileño encarnado por un vampiro corrupto, el alcalde de Río de espantapájaros: la primera noche de desfiles de las escuelas de samba se desarrolló bajo el signo de la protesta.
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En la noche del domingo a este lunes, los más de 72.000 espectadores que se juntaron en el Sambódromo vibraron hasta el alba bajo un calor sofocante al ritmo de percusiones ensordecedoras de las siete escuelas principales del "grupo especial", la élite de la samba, que cuenta con un total de trece.
El presidente brasileño encarnado por un vampiro corrupto, el alcalde de Río de espantapájaros: la primera noche de desfiles de las escuelas de samba se desarrolló bajo el signo de la protesta.
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