Yira Olmedo pasó al frente de un auditorio lleno a contar su historia de los últimos nueve años, desde cuando no lograba ser beneficiaria del Bono de Desarrollo Humano porque sus hijos estudiaban en escuela particular, luego el accidente de uno de ellos, el milagro de verlo salir del coma, enseñarle de nuevo a caminar, de lograr el Bono Joaquín Gallegos Lara y cómo la recuperación de su hijo ponía en riesgo ese beneficio, de cómo su fe la hizo superarlo todo y de sus oraciones: “Yo soy tu hija. No soy mendiga”.