El respaldo político de grupos sociales al gobierno de Lenín Moreno va cambiando de color. Los actos políticos se forran de banderas blancas, azules, naranjas y menos de verde flex.

A seis meses de la gestión de Moreno, el tejido de grupos sociales que acuñó Alianza PAIS (AP) con Rafael Correa se dispersa, y se forman nuevos frentes para respaldar la coyuntura de la consulta popular.

Al llamar al diálogo nacional, el mandatario logró el respaldo de una base social considerada de oposición y que tiene sus demandas propias, como la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y hasta líderes de partidos de derecha, centroizquierda y socialdemócratas.

Publicidad

Desde que se forjó la candidatura a la presidencia de Lenín Moreno empezaron a surgir apoyos por grupos liderados por sus amigos, familiares y algunos políticos. Entre los más visibles están la Coordinadora de Organizaciones Sociales (COS), Centro Democrático y Compromiso Social, que hasta alcanzaron cargos en el interior del Ejecutivo.

Es el caso del coordinador nacional de la COS, Ricardo Bueno, intendente zonal de Loja en la Superintendencia de Control del Mercado y hermano de Julio Bueno, asesor en la Presidencia de la República.

Bueno movilizó a más de 20 colectivos provinciales en septiembre del 2016 para recibir a Moreno desde Suiza, e iniciar con la campaña electoral, junto al colectivo Ecuador Unido, liderado por los hermanos del presidente, Edwin y Guillermo Moreno.

Publicidad

Bueno organizó la semana pasada una pequeña concentración en los exteriores de la Corte Constitucional para “exigir” que se “apruebe” la consulta. Anunció vigilias, pero no han sido permanentes.

Desde el área laboral del régimen, Centro Democrático tiene como su delegado al ministro del Trabajo, Raúl Ledesma; y en el área social, a Iván Espinel, como ministro de Inclusión Económica y Social.

Publicidad

Estos dos aglutinaron a sectores sindicalistas, transportistas, agricultores, de unas 62 organizaciones para formar el frente Somos Ecuador, que se concentró el jueves en Guayaquil en respaldo al plebiscito.

Los comités de la revolución ciudadana Cambio Generacional que respaldan al presidente del Instituto de Seguridad Social, Richard Espinosa, extienden su apoyo al gobernante en grupos provinciales.

Mientras, Gustavo Larrea fortalece a Democracia Sí, organización que el martes se movilizó hasta la Corte para pedirle celeridad y un dictamen positivo a las siete preguntas.

Según el analista político Luis Verdezoto, Moreno “se respalda en una reacción contraria a la continuidad política del ‘correísmo’ surgida de las primeras medidas de apertura que devinieron en una forma de distensión”. Y recuerda que AP no surgió sobre la base de organizaciones, “sino en un sentimiento de masas creado por el carisma de Correa asociado a un enorme gasto público”, y que “intentó crear formas paraestatales de grupos obreros, maestros, pobladores, que tratan de acercarse a Moreno, pero son representatividad”.

Publicidad

Marlon Santi, dirigente indígena y político de Pachakutik, reconoce que cada organización tiene sus intereses y pedidos. “La Conaie tiene su propia agenda. Estamos reconstruyéndonos tras el flagelo que dejó Correa. Habrá un momento en que nos consolidemos y ahí se hablará de si las organizaciones apoyan a Lenín Moreno”.

José Villavicencio, del FUT, resalta la apertura al diálogo y la propuesta de consulta, pero “ya es tiempo de plantear medidas y derogar acuerdos ministeriales que han afectado a los trabajadores. Falta de aterrizar y concretar acciones”. Por ello, este miércoles 29 de noviembre marcharán hasta el Palacio de Carondelet a exigir decisiones.

El analista político y exvocal electoral Medardo Oleas cree que seis meses después aún hay “incertidumbre”, pues el “diálogo ha sido de sordos porque no está poniendo en práctica los pedidos”. Anota que el régimen “no tiene bases políticas”, sí “el respaldo de la ciudadanía, que es lo mejor”. (I)

Las bases políticas son una quimera. La ciudadanía quiere un cambio total de conductas. La mayoría de los ecuatorianos no cree en los partidos políticos, ni se siente representado en ellos”.Medardo Oleas, Analista