Gregorio tiene el rostro de Jesús tatuado en el brazo derecho. En el pecho lleva los nombres de su esposa e hijos, a quienes no veía desde hace 4 años y 3 meses cuando fue capturado cerca de aguas de Galápagos.

En el interior del Centro de Rehabilitación Social El Rodeo –donde fueron ubicados los 33 reos que estaban recluidos en EE.UU.– abrazó ayer a su madre, hermanos, sobrinos, esposa e hijos luego de decirles que cambiará tras verse involucrado en una actividad de tráfico de estupefacientes.

Por ese delito fue condenado por una corte estadounidense a pagar 9 años, de los cuales ya ha cumplido la mitad.

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“Uno extraña a lo lejos a su país. Uno está con gente que no conoce, de otros lados, a la final uno aprende de los errores… Extraño todo de Manta, el aire, todo, allá (Estados Unidos), es diferente, es frío, siempre hace frío, la comida es enlatada”, contó con optimismo este joven, a quien sus familiares lo observaron con un color de piel más claro.

En el centro del área de visitas, Seiber O. abrazó a sus dos hijos en medio de lágrimas. Su condena es de 14 años, de los cuales en Estados Unidos cumplió 7 años y 3 meses. Es el tiempo que no veía a sus hijos, a quienes dejó muy pequeños. Manifestó que esperará el tiempo para volverse a reunir con ellos.

“El mensaje que les doy a mis hermanos compatriotas: que en realidad más que sea un pan se lo consigue como sea, la ambición de la plata te lleva a cosas difíciles que tú no puedes soportar. Yo vi ahorcándose gente y eso yo no quiero que ningún amigo pase”, aseguró.

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Juan también contactó a su familia tras casi 3 años de estar detenido en una prisión norteamericana. Su regreso servirá para donar parte de su médula ósea a su hermana que la requiere urgentemente. Él espera que las autoridades lo ayuden.

“Lógico, nadie es inocente para no saber lo que uno hace”, respondió al ser consultado si sabía lo que hacía en el instante de transportar alcaloide.

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Alejandra Andrade, coordinadora Zonal 4 del Ministerio de Justicia, indicó que las condiciones de los internos son óptimas, solo uno de ellos padece diabetes, enfermedad crónica que se le dará seguimiento, pues ya venía con medicamentos desde Estados Unidos.

Por el momento estarán en el pabellón C, el mismo donde se encuentran los 20 internos de origen chino, capturados en la reserva de Galápagos con pesca.

“El Ministerio de Justicia tiene que homologar la sentencia que ellos tienen desde Estados Unidos y poco a poco ir sabiendo cuál o a qué beneficio se van a ir acogiendo (los detenidos)”, explicó Andrade. (I)