Se levantan llorando y gritando. No quieren comer ni ir a la escuela, dicen sus familiares. Se les eriza la piel solo de escuchar la palabra clases. Son los niños que habrían sido abusados sexualmente por tres docentes en la unidad educativa réplica Aguirre Abad, en la vía a Daule, que ayer fue intervenida por el Ministerio de Educación.