España ha quedado abocada a la incertidumbre después de que el independentismo catalán se volcara ayer en el referendo unilateral, a pesar de las cargas policiales en algunos recintos electorales que dejaron 844 heridos –según el Gobierno de Cataluña–, la confiscación de urnas y el cierre de 319 de los 2.135 puntos del voto.