Una mujer rescató en la noche del lunes último a más de 50 niños que estaban desorientados sin sus padres tras la explosión que tuvo lugar al término del concierto de Ariana Grande en el Manchester Arena, y que provocó 22 muertos y 59 heridos.

Reaccionando a toda velocidad, Paula Robinson, de 48 años, madre y abuela, ayudó a los jóvenes fans de Ariana llevándolos desde el exterior del Manchester Arena hasta un hotel cercano donde les tranquilizó mientras ejercía como contacto y punto de encuentro con los padres de todos ellos.

Según ha declarado Paula a Rolling Stone, ella se encontraba en Victoria Station cuando escuchó una "gran explosión" a la que siguió un tremendo griterío de niños y jóvenes. A partir de ahí empezó a ayudar a los fans que estaban desorientados y los congregó en un hotel donde les consiguió bebidas calientes.

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En este punto, optó por publicar su número de teléfono en las redes sociales para así facilitar que los padres y madres que estaban buscando a sus pequeños pudieran dar con ellos en medio del desconcierto generalizado.

"No hice nada que cualquiera haría. Pensé en mis propios niños y sencillamente sé lo que hubiera querido. Yo hubiera querido que estuvieran vigilados y alejados de la zona si yo no pudiera hacerlo", ha declarado la mujer a Rolling Stone.

Y ha añadido que como todo el mundo estaba ya con las redes sociales, pensó publicar su número de teléfono para que la gente lo compartiera y los padres pudieran llamarla para así "ayudar de una pequeña manera". "Tengo hijos y nietos, me enferma pensar en esas vidas perdidas", ha concluido. (I)