Mediante un comunicado dirigido a la ciudadanía, el gobierno de Rafael Correa expresó hoy su posición frente al escándalo internacional desatado por la investigación de la justicia estadounidense a los contratos de la constructora brasileña Odebrecht.

De acuerdo con documentos de ese proceso, funcionarios de al menos nueve países habrían recibido millonarios sobornos; allí se cita a Ecuador con coimas por $ 33,5 millones entre 2007 y 2016.

En el comunicado del gobierno, se subraya que la compañía trabajó en el país desde los años 80 y que varios gobiernos han contratado sus servicios.

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Además, se recuerda que Correa expulsó a Odebrecht, mediante decreto ejecutivo, en septiembre del 2008 y que la constructora volvió al país en julio del 2010, “luego de que aceptara todas las condiciones exigidas por el Gobierno Nacional”.

A partir de su regreso, Odebrecht ha ejecutado el trasvase Daule-Vinces, la central hidroeléctrica Mandariacu, la preparación del terreno para la Refinería del Pacífico, entre otros.

“En todas estas obras, Odebrecht participó y ganó concursos abiertos”, señaló el gobierno.

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Al final del comunicado, aclara que no aceptará "las versiones de los directivos de una empresa que se ha declarado culpable de actos de corrupción" y, mas bien, le pide al Departamento de Justicia que coopere para extraditar a varios ecuatorianos que viven en Estados Unidos y son prófugos de la justicia. (I)