Un tercer país africano, Gambia, anunció que abandonará la Corte Penal Internacional, entre crecientes temores de una salida masiva del organismo que juzga algunas de las peores atrocidades del mundo.

El gobierno anunció su decisión en un mensaje televisado el martes por la noche, en el que acusó al tribunal de perseguir de forma desproporcionada a África y lo describió como “la corte caucásica internacional para la persecución y humillación de la gente de color, en particular los africanos.”

La noticia se produjo después de que Sudáfrica, otrora firme defensora del organismo bajo la presidencia de Nelson Mandela, notificara al secretario general de Naciones Unidas que abandonaría el tribunal.

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El presidente de Burundi firmó también esta semana la legislación para abandonar la corte.

Grupos defensores de los derechos humanos criticaron la decisión de los países africanos. “Vergüenza al club de líderes que ignoran a las víctimas de delitos atroces“, tuiteó el miércoles la directora para la UE de Human Rights Watch, Lotte Leicht.

La decisión de Gambia resultaba especialmente llamativa porque el fiscal jefe de la CPI, Fatou Bensouda, es gambiano.

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El ministro de Información del país africano occidental, Sheriff Baba Bojang, dijo en un comunicado el martes que la corte se dedica a “la persecución de africanos, en particular sus líderes.”

Los seis casos abiertos o a punto de comenzar en la CPI tienen acusados africanos, aunque hay pesquisas preliminares en otros lugares. (I)