Así vivieron los guerrilleros de las FARC la firma del acuerdo en el sur de Colombia

Los guerrilleros de las FARC, antagonistas de un conflicto de 52 años en Colombia, hoy son libres. Ya no están ocultos en la selva, ya no son el canal para secuestrar ni los villanos para asesinar.

Hoy, mientras al norte colombiano, en Cartagena de Indias, los líderes de las FARC y del Gobierno firmaban un histórico acuerdo de paz, ellos, al sur, en El Diamante, también lo celebraron.

Este lunes, todo Colombia se vistió de blanco y alzó bien alto la tricolor nacional.

Abrazados, como hermanos, los guerrilleros también fueron testigos de la firma en ese remoto paraje de El Diamante, ubicado en las sabanas del Yarí. En pantallas gigantes, vieron cómo Timochenko, su máximo líder, y Juan Manuel Santos, su presidente, sellaron ese pacto a las 17:30.

También escucharon sus disertaciones. Y se emocionaron tras firmarse la paz. Hoy solo falta el último proceso: Que la mayoría de colombianos, en el plebiscito de este domingo, ratifiquen el acuerdo.

"Ni el gobierno nos derrotó ni nosotros los derrotamos. La lucha de nuestros 52 años de guerra no fue en vano", dice David Preciado, uno de los guerrilleros, ferviente hincha de Independiente Santa Fe, el club bogotano al que apoya por el color de su camiseta: "rojo, por la revolución".

Él llama la atención porque le falta el brazo izquierdo, que perdió en 2010 tras recibir seis impactos de bala en una emboscada del Ejército en La Julia, departamento del Meta (centro).

Antes de que empezara el histórico evento, en el enorme escenario alzado en El Diamante, se presentaron las bandas de ska Dr. Krápula y La Severa Matacera. Después de la transmisión en vivo, se tenía previsto que cantaran la folclórica Totó La Momposina y la Orquesta Aragón.

El acto, en el que se esperaban 2.000 personas, será cerrado por Alex Castaño, el Binomio de Oro y Los Rebeldes del Sur, grupo musical de las FARC.

Preciado se declara "muy optimista" con los nuevos tiempos que la paz traerá y afirma que se dedicará al trabajo político que le designe el nuevo movimiento, que según lo acordado, surgirá tras el desarme y desmovilización de las FARC.

"Somos conscientes de que tenemos que seguir ahí, unidos, juntos, luchando todavía por la organización del pueblo y llegar al triunfo final, que es la toma del poder para el pueblo, ya por la vía política", afirma. (I)