Estamos admirando la regeneración urbana: la enterrada de cables, arreglos de aceras, la obligación de mejorar las fachadas de las viviendas dan un aire de modernidad a la ciudad.

La regeneración no ha llegado a la avenida Jorge Pérez Concha (Urdesa). Ya de por sí ver tantos cables da una imagen poco agradable, a eso se agrega la instalación de los aires acondicionados Split, de forma antiestética, que afean más las fachadas de las viviendas.

El motor no siempre lo pueden ubicar en la culata de la casa, o en la parte superior de la vivienda. Si lo hacen en la fachada, se debería hacer una instalación estética. El propietario debe exigir a sus inquilinos que deben someterse, como en las ciudadelas privadas, a una ley de ornato, que el Municipio de Guayaquil también debería exigir.

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Tengo viviendo 50 años en Urdesa, mi preocupación por Urdesa ha sido constante porque amo a mi ciudadela, pero el sentir de los nuevos habitantes no es así.

¿Qué puedo hacer si comparto una misma peatonal con casas vecinas? Mi ilusión por ver mi entorno agradable me obliga a preocuparme por la peatonal de manera personal, de estar pendiente de la limpieza de la acera, de los adoquines, de dar mantenimiento a mi vivienda.

En la casa frente a la mía, por la peatonal, los motores de los aires lucen con una instalación que parece haber sido hecha por un aprendiz, cuando se podría hacer una instalación en la que se vea solo el motor y que todos los cables queden escondidos atrás del mismo.

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Esos aires están instalados con cables gruesos a la vista, en diferentes direcciones, botando agua y oxidando los aires del piso bajo.

Deben de exigirse reglas de convivencia. Las tienen todas las ciudadelas de Samborondón, ¿por qué no lograrlo con Urdesa?; que vuelva a ser la ciudadela respetable de otros tiempos.

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Señor alcalde, le pido encarecidamente mandar a un inspector a revisar la peatonal de Circunvalación Sur 1013 entre Ilanes y Jiguas, acera sur, y que le lleven el reporte. Estoy agradecida por su gran labor porque la urbe luzca cada día más moderna, pero falta inculcar más valores de convivencia, solidaridad y amor por el sector en que se habita. (O)

Laura Esther Gómez Serrano, Guayaquil