En octubre arrancará la primera ronda de negociaciones para la firma de un acuerdo comercial entre Ecuador y la Asociación Europea de Libre Comercio (más conocida como EFTA, siglas de European Free Trade Association), constituida por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. El anuncio lo hizo esta mañana el ministro de Comercio Exterior, Juan Carlos Cassinelli, antes de participar en un encuentro con empresarios españoles en Madrid.

Días atrás, en Ginebra, el funcionario suscribió un compromiso que marca el inicio de las conversaciones con este grupo de países que no pertenecen a la Unión Europea (UE). Ecuador busca un tratamiento preferencial para acceder a este mercado de 14 millones de personas. “Será un convenio con parámetros similares al acuerdo multipartes con la UE por lo que las negociaciones no deberían tomarnos más de 12 meses”, señaló Cassinelli.

Respecto al acuerdo comercial con la UE, el Ministro reconoció que “no existe plan B” en caso de que no se consiga su ratificación hasta diciembre y evitó cuantificar el impacto económico que esto produciría una vez que caduque el sistema de preferencias arancelarias extendido desde 2014. El coste dependerá de “cuánto tiempo se retrase la firma”, puntualizó.

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En una entrevista con este Diario, Peter Schwaiger, jefe de Misión de la Unión Europea, aseguró que aún existen asuntos pendientes de cerrar en el marco del comercio bilateral. En este sentido, Cassinelli sostuvo que se está "analizando y avanzando" en los cupos para automóviles, las restricciones para las compañías reaseguradoras, entre otros temas. “Jamás han supuesto un condicionamiento pero pueden influir en los plazos”, declaró.

Si bien la extensión de las salvaguardias “molesta” no supondrá un impedimento para ratificar el acuerdo. En su opinión, tanto los miembros de la UE como la Organización Mundial del Comercio (OMC) han “entendido” las razones que llevaron al Gobierno a prorrogarlas: “tenemos un problema de balanza de pagos, un terremoto, un mercado exportador que necesita salir adelante y una economía dolarizada”. (I)