En Ecuador el 81,5% de niños y jóvenes de entre 10 y 19 años consume gaseosas y otras bebidas. Así lo indica la última encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y el Ministerio de Salud Pública (MSP): la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2012).

Aunque el dato es del 2012, revela el alto consumo de este tipo de bebidas en la población joven. Las bebidas azucaradas (gaseosas, jugos con sabor a fruta y energizantes), junto a las alcohólicas y cigarrillos, son los productos que se verían afectados con un mayor Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) de acuerdo con una nueva reforma tributaria anunciada por el Gobierno.

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Mañana podría enviarse a la Asamblea Nacional el nuevo proyecto económico urgente, según lo anticipó hace pocos días Alexis Mera, secretario Jurídico de la Presidencia. Esto busca recaudar unos $ 300 millones para el fisco.

El envío de este nuevo proyecto de ley tributaria ya es procedente, una vez que la Asamblea terminó el tratamiento y aprobación de la Ley de Promoción del Empleo Juvenil, Optimización temporal de la jornada laboral y Seguro de Desempleo (que también se lo trataba con carácter urgente). Ayer el Registro Oficial recibió ya el texto desde el Ejecutivo y lo publicará para su vigencia el próximo lunes.

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Entre tanto, los otros productos que se piensan gravar tienen un importante peso en el consumo de los ecuatorianos. Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos 2011-2012 del INEC, 912.576 personas mayores de 12 años consumen alcohol. De ellos, el 89% son hombres. El INEC destaca que el 41,8% de las personas que han dicho que consumen alcohol lo hacen de manera semanal. El INEC dice que el 79,2% de las personas que consumen alcohol prefieren tomar solamente cerveza.

Ayer, el Comité Empresarial Ecuatoriano calificó como inconveniente e inoportuna esta décimo tercera reforma tributaria que impulsa el Gobierno. “No abona a las salidas estructurales que requiere el país en el actual contexto económico; y no da certidumbre ni señales positivas que permitan recuperar el crecimiento y sostener el empleo a través del sector privado”, indicó el gremio.

Para el CEE, el efecto previsible de la medida, en el caso de bebidas alcohólicas y el tabaco, será el incremento del contrabando y la evasión tributaria.

Las importaciones de licor en los últimos cinco años se han reducido en 60%; sin embargo, el consumo se ha mantenido. En cuanto a los cigarrillos, el comercio ilícito se estima en un 31%.

En el caso de alimentos y bebidas –que representan el 42% del Producto Interno Bruto manufacturero– han experimentado cien cambios normativos en los últimos tres años.

El CEE pidió una construcción técnica y participativa de la norma: “Reiteramos nuestra disposición para superar los desafíos económicos que enfrenta Ecuador, para lo cual mantenemos nuestro ánimo de discutir propuestas que signifiquen mayor beneficio económico, bienestar de la sociedad y el menor costo para el ciudadano y su presupuesto”. (I)