Luego de ser víctima de plagio, Daniel Humberto Revelo Álvarez, de 38 años, fue incinerado por sus victimarios y murió en un hospital por las quemaduras de tercer grado que sufrió en el 60 por ciento del cuerpo.
Ecuador Revelo, padre de la víctima, contó que su hijo habría sido secuestrado la noche del pasado viernes luego de que salió de clases del colegio Simón Bolívar, en la avenida de las Américas, donde en las noches funciona una extensión de la Universidad de Guayaquil, en la carrera de Mecánica Naval.
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El progenitor relató, basado en la versión de un presunto testigo, que Daniel Revelo fue interceptado por tres hombres cuando caminaba a tomar un bus, y lo embarcaron a la fuerza en un vehículo.
“A las once de la noche, aproximadamente, lo han obligado a sacar dinero de un cajero automático que está en una gasolinera de Durán, y de ahí se lo han llevado y le han hecho lo que le hicieron”, sostuvo ayer el progenitor.
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Se refiere a que su hijo fue conducido hasta el kilómetro 18 de la vía Durán-Tambo, donde lo amarraron de pies y manos, le rociaron combustible y le prendieron fuego.
Javier Castillo, representante legal de la familia de la víctima, indicó que Daniel fue descubierto por moradores y transeúntes de la zona. Estaba atado con un cable de cargador de celular, y consciente.
La víctima estaba en medio de unos matorrales, a 200 metros aproximadamente de la carretera principal.
Ecuador Revelo manifestó que su vástago fue llevado en una ambulancia hasta el hospital Luis Vernaza, en Guayaquil, donde murió a las 16:00 del pasado domingo.
Antes de perecer, dijo el progenitor, su hijo habría revelado a un familiar que reconocía a los sujetos que lo plagiaron, pero que no recordaba sus nombres, lo que hace presumir que se trataría de una venganza.
“Él nunca nos comunicó que tenía enemigos. Como cristiano lo que puedo decir es que mi hijo era muy educado, muy formal y no tenía ningún vicio”, expresó Ecuador Revelo, quien pidió a la Fiscalía y a la Policía investigar el caso.
“No dudamos de que la Policía va a hacernos saber qué sucedió en realidad”, dijo. (I)