El caso que dejó en la lona al gigante automovilístico alemán, con una plantilla mundial de 590.000 operarios y un volumen de negocios de 200.000 millones de euros, fue sacado a la luz por el International Council on Clean Transportation (ICCT), una organización no gubernamental (ONG) con sede en EE.UU., que cuenta apenas con 27 colaboradores, según su web.