Desarrollo social, política económica, producción, empleo y competitividad, sectores estratégicos, seguridad y conocimiento son los ejes que el alcalde de Cuenca, Marcelo Cabrera, las Cámaras de la Producción y las universidades piden al Gobierno, dentro del diálogo Nacional en Azuay.

Esta resolución se la tomó el lunes en una sesión con los ministros Fernando Cordero (Defensa), Beatriz Tola (Inclusión Económica y Social) y Carlos Marx Carrasco (Trabajo).

También estuvieron asambleístas, delegados de las cuatro universidades de la provincia y de las Cámaras; autoridades cantonales y provinciales; el secretario nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), Pabel Muñoz, y delegados del sistema de economía popular y solidaria y de trabajadores.

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La convocatoria la hizo Senplades y no estuvo el prefecto del Azuay, Paúl Carrasco.

El primer diálogo en torno a estos ejes será a finales de julio, en torno a los tres programas estatales, que son los Planes de Desarrollo para el Buen Vivir.

Jaime Moreno, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Cuenca, dijo que su pronunciamiento público es para que se den rectificaciones en temas de política económica y pidió el archivo definitivo de las leyes de Herencias y la de Plusvalía.

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El alcalde calificó el diálogo como una respuesta al pedido de acercamiento que hizo al régimen: “Se les dijo a los representantes del Gobierno que deben escuchar a todos los sectores sin exclusiones y hacer las rectificaciones que deban hacer”.

Cabrera también se sumó al pedido de las cámaras para que de ser posible se archiven las dos leyes señaladas.

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Ayer, Pabel Muñoz dijo que a pesar de los logros de la política de Gobierno, aún falta mucho por hacer y esa es la base del diálogo nacional, al que según él, se suman más sectores.

Están previstos como treinta diálogos desde los distintos frentes de la comisión Legislativa, y resaltó que en Cuenca y en otras ciudades del país se quiera dialogar.

“Nos interesa un diálogo con críticas y propuestas que reemplacen a las protestas en las calles, sin condicionamientos, un diálogo debe servir para mejorar, no para retrocesos”. Y acotó que hay sectores políticos que se autoexcluyen del diálogo y por eso no se llega a acuerdos con el prefecto Carrasco.

El proceso no tiene límites, pero el 15 de septiembre se hará una primera evaluación. Se analizará la posibilidad de que no estén políticos en las mesas específicas, de política pública, política regulatoria y el tema legislativo. (I)

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Qué bueno que en ciudades como Cuenca, (con) el espíritu democrático, también quieran dialogar sobre la base del respeto y no de la claudicación de principios y que no represente un retroceso en el logro de disminuir la pobreza.Pabel Muñoz, Senplades