La Iglesia católica confía en que la visita del papa Francisco, dentro de cinco días, tranquilizará a la comunidad ecuatoriana, por las continuas protestas en contra del Gobierno por sus iniciativas legislativas.

“Con la venida del papa aspiro y casi estoy seguro que el país se va a tranquilizar, vamos a ponernos de acuerdo porque el papa es un mensajero de paz, alegría, justicia y bien, y no creo que él esté queriendo, ni siquiera parcializarse, y si lo hace será de parte de la concordia, la seguridad y el amor mutuo”, enfatizó ayer el titular de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, monseñor Fausto Trávez.

Él y otros miembros de la iglesia participaron ayer de un almuerzo en el salón de Banquetes de la Casa de Gobierno, que realizó el presidente Rafael Correa, y al que acudieron ministros de Estado y la cúpula de las Fuerzas Armadas, con el objeto de afinar los últimos detalles de la visita del pontífice a Quito y Guayaquil, que será entre el 5 y 8 de julio.

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En las últimas tres semanas, se dieron protestas en contra del presidente Rafael Correa por sus propuestas de ley de herencias y plusvalía, que retiró “temporalmente” de la Asamblea y convocó a un diálogo nacional para debatirlas.

En esa línea, Trávez anunció que el jueves la Conferencia divulgará un nuevo comunicado público a los ecuatorianos para promover la paz y el llamado al diálogo nacional.

En la cita, Correa dio detalles logísticos de los operativos como que 10.000 voluntarios se encargarán de dar seguridad.

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Para una de las misas que presidirá el pontífice se habían separado 110 asientos VIP para el presidente y vicepresidente de la República y ministros de Estado; pero, según Correa, ordenó que estas autoridades “estén con nuestra gente sencilla y vayan los verdaderos VIP ahí arriba como los indígenas, trabajadores, misioneros...”.

Marcelo Sánchez, obispo y canciller de la Academia de las Ciencias Sociales del Vaticano, acudió a este almuerzo, y opinó que por las protestas ciudadanas no se ha tomado precauciones adicionales. “El papa tiene pocas precauciones, es muy valiente, no quiere tener ningún tipo de límite para estar en contacto con la gente”. (I)

... El papa Francisco no tiene miedo a los pueblos latinoamericanos, está muy a gusto. Las protestas son contra el presidente, no contra el papa, supongo.Marcelo Sánchez, obispo argentino