Ecuador resolvió por primera vez prohibir el uso de fundas y vasos de plástico en las islas Galápagos, Patrimonio Natural de la Humanidad, debido a su alto impacto ambiental, anunciaron autoridades este miércoles.

Galápagos es la primera provincia ecuatoriana que "resuelve prohibir uso de fundas plásticas camiseta y envases de espumaflex", señaló María Isabel Salvador, presidenta del Consejo de Gobierno del archipiélago, en su cuenta de Twitter.

La medida, según el organismo, impedirá el ingreso, distribución y comercialización en Galápagos de las bolsas con asas que por lo común se distribuyen en los supermercados.

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"El promedio de uso de estas fundas es de 15 minutos pero su degradación tarda 200 años", explicó a la AFP Viviana de la Rosa, responsable de educación ambiental del Parque Nacional Galápagos. Cada año, en las islas se utilizan 4,5 millones de bolsas de este tipo.

Los desechos plásticos son una de las principales amenazas para la vida marítima en el planeta, y en el caso de Galápagos representan un problema adicional porque la isla no tiene capacidad suficiente para el tratamiento de residuos sólidos.

"Todo lo que entra acá es muy difícil que salga. Y este tipo de ordenanzas lo que va evitar es que ingresen a la isla estos productos que son tan difíciles de degradar", señaló de la Rosa.

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Cuna de la teoría evolutiva, las islas Galápagos son uno de los ecosistemas más frágiles del planeta. Ubicado a 1.000 km del continente, el archipiélago -que lleva el nombre de las tortugas gigantes que lo habitan- está conformado por 13 islas donde viven 27.284 personas.

A la par con la prohibición, el Parque Nacional Galápagos prevé estimular el uso de bolsas de tela o de materiales más amigables con el ambiente, según de la Rosa.

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La mayor parte del plástico que contamina el archipiélago es arrastrado por las corrientes marinas. Aves y otras especies de los océanos confunden estos desechos con alimentos y mueren al ingerirlos.

Se calcula que 1,5 millones de aves, peces, ballenas y tortugas mueren al año en los océanos por desechos plásticos, según Laurence Maurice, del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia.