El impuesto a los consumos nocivos que analiza el Gobierno del presidente Rafael Correa será para las grandes cadenas de comida y no afectará a los pequeños comerciantes.

En una entrevista con medios desde Guayllabamba, donde mantiene su gabinete itinerante, el primer mandatario defendió esta posibilidad porque dijo que es el único Gobierno que se preocupa por la salud de los ecuatorianos.

Indicó que en otros países como Francia ha dado resultados muy buenos este tipo de impuestos. "La presencia (en Francia) de estas grandes marcas como McDonald's, Burguer King, KFC, etc, en relación a la población son mínimas, contrario en Estados Unidos que hay en cada esquina porque no tiene esta clase de medidas para proteger la salud de sus habitantes".

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Según el mandatario, la intención no es que los pequeños comercios o puestos de comida sean afectados, sino "las grandes cadenas donde se mete la carne en cacerolas repletas de aceite usadas una y otra vez... (el objetivo de este impuesto) es que la gente deje de consumir hamburguesas McDonald's, etc, y así favorecer la producción de nuestra gastronomía tradicional".

Por ello reiteró que "quien quiera seguir comiendo chatarra va a tener que contribuir un poquito más".

Dijo que la inversión que viene al Ecuador de este tipo de cadenas de comida "no es la más deseable" a pesar de generar un poco de empleo, porque también desplaza puestos de trabajo.