El Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) presentará mañana el denominado Índice de Vulneración de Derechos en los Medios de Comunicación, que estará a cargo del Laboratorio de Comunicación que implementó con la Defensoría del Pueblo y el Consejo de Participación. La española Palmira Chalvero, su coordinadora, dice que no será un instrumento de censura.

¿Cuál será el objetivo de este Laboratorio?
Identificar contenidos para evitar la discriminación en los medios y evitar la vulneración de derechos. En una primera fase se planea estudiar a todos los grupos de atención prioritaria y en situación de vulnerabilidad. Para hacer ese monitoreo, planteamos el Índice de Vulneración de Derechos. Lo importante de este índice es que se trata de una herramienta académica. Lo que pretendemos es evitar los criterios subjetivos y la discrecionalidad.

¿Cómo?
Determinar que un medio vulneró un derecho no debe depender de la interpretación de cada uno, sino de una valoración que esté establecida con criterios académicos. El índice es una herramienta científico-técnica, no es un instrumento de censura, ni de reproche. Queremos ayudar a construir una comunicación libre abierta y respetuosa.

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¿Cuáles serán los parámetros en que basarán sus estudios?
Hemos revisado textos legislativos de Ecuador y de la región. El índice incorpora la reivindicación de derechos.

¿Cómo se evitará la subjetividad? Por ejemplo, en las resoluciones de la Superintendencia de Comunicación (Supercom) se critica la falta de objetividad en temas de discriminación.
Esto tiene un testeo antes de ir a la presentación. Esa subjetividad es la que queremos reducir a la mínima expresión. ¿Cómo? Ahí viene la revisión de la normas legislativas y los trabajos académicos. Hay que tener en cuenta que la vulneración de derechos no se produce solo a nivel individual y que las actividades públicas de ciertas personas están representando a un colectivo (...) y el derecho colectivo ha de prevalecer sobre el individual. No digo esto porque a mí me apetece, hay textos legales que respaldan esto. Si somos personas no podemos ser objetivos, es difícil, por mucho que lo intentes.

Se habla de defender al ciudadano, pero vemos casos como el de Blasco Peñaherrera, de la Cámara de Comercio, quien pidió una réplica por declaraciones del presidente Rafael Correa en su sabatina, y presentó la queja en la Supercom, que le respondió que estos espacios no son regulados por la Ley de Comunicación.
Si bien no es que están reguladas, hay que tener en cuenta que todo lo que esté dentro del proceso de comunicación y de la esfera pública está sujeto a una misma regulación. Si yo como ciudadano personal no puedo vulnerar tus derechos, tu como ciudadano público tampoco puedes vulnerar los derechos. El éxito de la comunicación es que no se pierda de vista al ciudadano.

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Pero parece que la Ley de Comunicación está más al servicio del poder que de los ciudadanos...
Cuando eres un personaje público nunca hablas en nombre individual. Yo te puedo hablar como Palmira Chalvero si nos vamos a un bar, pero si te hablo en un contexto del Laboratorio de Comunicación, te hablo como coordinadora, y mis declaraciones tienen una repercusión. Igual que las del presidente como un representante de un colectivo. Las declaraciones cobran relevancia porque están en la esfera pública. Cuando digo que queremos enseñar a la ciudadanía a utilizar el índice, es que este va a servir para hacer un análisis de todos los medios, también de los públicos, de las sabatinas. Siempre que el índice se aplique bien, el ciudadano debe saber de dónde viene la vulneración de los derechos.

Muchas veces se producen vulneraciones no por el periodista, sino por el propio sistema, la dinámica de la comunicación y la formación”.Palmira Chalvero, coordinadora del Laboratorio de Medios.