El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, afirmó este jueves que ha ordenado llamar a consultas al embajador panameño en Venezuela, y expresó que deplora la "situación de violencia" que se registra en el país suramericano.

"He instruido al canciller llamar a nuestro embajador en Venezuela -Pedro Pereira- a consultas. Deploramos la situación de violencia que vive el hermano país", escribió el mandatario panameño en su cuenta de Twitter.

Martinelli hizo el anuncio poco después de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a Panamá de injerencia en sus asuntos internos y llamó a consultas a Caracas a su embajadora en el país centroamericano, Elena Salcedo.

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En declaraciones a una radio venezolana, el canciller de ese país, Elías Jaua, dijo que Maduró llamó a consultas a Salcedo "por declaraciones injerencistas de la Cancillería panameña", que ha opinado sobre "cómo el Gobierno de Venezuela debe tratar el enfrentamiento a grupos violentos que tratan de desestabilizar".

"No le vamos a aceptar a nadie que nos venga a dar recomendaciones de cómo enfrentar a grupos violentos que están atentando contra la paz de Venezuela", insistió el jefe de la Diplomacia venezolana.

La Cancillería de Panamá emitió el martes un comunicado que al día siguiente reprodujo la delegación de ese país ante la Organización de Estados Americanos (OEA), en su sede en Washington, lo cual "nos obliga a tomar esta medida con un país con el cual habríamos querido tener buenas relaciones", sostuvo Jaua.

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El Gobierno de Panamá exhortó el martes hoy a la sociedad venezolana a través de un comunicado a entablar un diálogo "sin precondiciones", como la "vía idónea" para solucionar la crisis que vive ese país.

"El Gobierno de Panamá sigue con atención la evolución de los acontecimientos recientes (...) en Venezuela, y se une a las voces de la comunidad internacional que claman porque se construyan espacios de conciliación y entendimiento", detalla el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá en un comunicado.

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Venezuela vive jornadas de protestas diarias desde hace una semana tras una manifestación estudiantil y opositora pacífica que acabó con violencia y la muerte de tres jóvenes.

Las protestas, que se reproducen a lo largo y ancho del país arrojan un saldo parcial de seis muertos, y decenas de heridos y de detenidos.

Maduro sostiene que hace frente a un plan de golpe de Estado que achaca a Estados Unidos y que es ejecutado en Venezuela por sectores opositores violentos. EFE