Era grande y robusta. Pero para un grupo de sus compañeros de colegio era “gorda fea” o “mofletuda”. Era el trato que recibía a diario y en reiteradas ocasiones una estudiante de 15 años de un plantel particular de Portoviejo (Manabí), quien –afectada por la agresión psicológica– pidió a sus padres que la cambiaran de plantel y la apoyaran para hacerse una cirugía bariátrica.