La reconstrucción de las infraestructuras de Colorado (EE.UU.) destruidas por las inundaciones de la última semana costará más 2.000 millones de dólares y su finalización tardará varios años, anunciaron este jueves las autoridades locales.

Según el Departamento de Emergencias de Colorado, ninguna de las agencias oficiales pudo hasta ahora completar un cálculo certero de las consecuencias de desastre, que dejó seis muertos confirmados y, según los últimos datos oficiales, 201 personas sin localizar.

Las fuertes lluvias de la pasada semana y las consiguientes inundaciones dejaron 16.000 edificios afectados, 1.700 viviendas destruidas y cientos de kilómetros de carreteras y vías ferroviarias que deberán ser reconstruidos en 17 condados del estado.

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Desde el jueves de la semana pasada y hasta el lunes por la noche, las torrenciales lluvias provocaron la rápida crecida de ríos y arroyos en buena parte del estado.

Las inundaciones afectaron principalmente a las localidades de Lyons y Jamestown y causaron serios daños en Boulder, Estes Park y en ciudades en las praderas como Evans y Milliken, entre otras.

Se estima que más de 20.000 personas fueron desplazadas de sus hogares. De ellas, 6.400 ya pidieron ayuda al gobierno por medio de la Agencia Federal de Respuestas a Emergencias (FEMA).

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A su vez, las autoridades de Transporte indicaron, por medio de un comunicado, que se necesitarán unos 40 millones de dólares para reparar carreteras y otros 112 millones de dólares para reparar los 50 puentes dañados por las inundaciones.

La destrucción de las vías obliga a los trenes de pasajeros y de carga que antes atravesaban las Montañas Rocosas a realizar una ruta alternativa con un desvío de casi mil kilómetros que pasa por los vecinos estados de Utah y Wyoming.

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Las inundaciones también causaron severos daños o dejaron fuera de servicio a las plantas de tratamiento de aguas servidas en varias de las ciudades afectadas, destruyeron cosechas en la principal región agrícola de Colorado y generaron derrames de petróleo en al menos una excavación petrolera activa en el norte del estado.

En esa zona de Colorado casi el 40 % de la población es de origen hispano, muchos de ellos inmigrantes que llegaron al área a mediados de la década de los noventa atraídos por oportunidades de empleo en granjas y frigoríficos.

Los consulados de México y de Guatemala en Colorado iniciaron hoy sendas campañas para comunicarse con los ciudadanos de esos países para informales sobre las opciones de ayuda disponibles para ellos y las precauciones que deben tomar hasta que se normalice la situación.