Patricia Villarruel

Tres horas antes de asumir su nuevo cargo como concejala en el Municipio de Totana, la ecuatoriana María Dolores Solano Aguayza seguía trabajando en un almacén de embalaje de alimentos.

El cargo político que ejerce desde esta mañana en el municipio murciano, donde residen unos 4.000 compatriotas,  lo compaginará con las tareas agrícolas. Lleva 16 años, desde que arribó a España, dedicada a empleos poco cualificados, en el campo, cuidando  ancianos como reponedora en supermercados.

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Su posesión es un hecho inédito. Por vez primera una inmigrante hispano-ecuatoriana ocupa un puesto en el cabildo, gobernado en la actualidad por el Partido Popular.

Solano estará en la bancada de la oposición. Sustituye en las filas del Partido Socialista Obrero Español de la región de Murcia a Juan Francisco Otálora, tras su dimisión en mayo pasado. La ecuatoriana ocupó el octavo puesto en la candidatura socialista en las elecciones municipales del 2011.

Esta mujer nacida hace 47 años en la comunidad rural de Junducucho - Quiloac, en Cañar, viuda,  madre de tres hijos y pasaporte español, se erigió como líder de la Asociación de Mujeres Cañaris de Totana.

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En esta ciudad de 32.000 habitantes (9.474 son extranjeros) llegaron a residir hasta 3.000 ecuatorianos provenientes del Cañar. “Se han ido algunos por la crisis, pero seguimos trabajando para preservar nuestra cultura”, señala.

Antes de emigrar trabajaba como secretaria en un instituto de formación de maestros. Ahora su labor, asegura, “se centrará en atender las necesidades de todos los ciudadanos de Totana. Quiero sacrificarme y luchar por ellos”.