El Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV), de carácter público, ha evidenciado una tendencia a la baja en su rentabilidad, sobre todo desde el 2011, hasta llegar a pérdidas por $ 14 millones al primer trimestre de este año, así como el deterioro en la calidad de su cartera de crédito, lo que ha motivado que se mantuviera una perspectiva negativa dentro de su última calificación de riesgo.