La ansiedad anticipatoria es conocida como esa sensación de alerta que se produce cuando la conciencia se enfoca en el futuro. De hecho, se trata de una respuesta de malestar que causa el no poder tener control sobre lo que ocurrirá.

Se puede manifestar en todas las dimensiones del ser humano, es decir, a nivel corporal, mental y espiritual y está asociada a la necesidad de ejercer dominio sobre lo indisponible del porvenir, algo que termina produciendo inquietud o ansiedad, explica la Clínica Galatea.

Publicidad

Este tipo de ansiedad se puede presentar en situaciones en las que haya indefensión, cuando alguien siente que su supervivencia está amenazada; sin embargo, también puede generarse cuando la persona aspira de manera inconsciente a tener control sobre todas las circunstancias de su vida y en consecuencia, se puede ver afectado el presente.

Estrés, ansiedad y depresión en tiempos de crisis: ¿cómo enfrentarlos en medio de escenarios adversos? A menos de un mes de que finalice el año, vale la pena recordar que no es tarde para cuidar el bienestar psicológico en este o en cualquier momento. Foto: -- LightField Studios

¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad anticipatoria?

  • Físicos: exceso de sudoración, temblores, palpitaciones, sensación de ahogo, problemas gástricos (como náuseas o diarrea), insomnio, tensión, muscular, fatiga y dolores de cabeza.
  • Emocionales: nerviosismo, irritabilidad, inseguridad y sentimientos de culpa o vergüenza, señala Top Doctors.
  • Cognitivos: pensamientos repetitivos, preocupación excesiva, dificultad para concentrarse y pensamientos fatalistas sobre posibles resultados negativos.

Las 10 mejores canciones para disminuir la ansiedad, según un especialista

¿Cómo gestionar los síntoma de la ansiedad anticipatoria?

  • Técnicas relajantes: se puede probar con la respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva y la meditación para reducir la activación del sistema nervioso.
  • Mindfulness: esta práctica permite concentrarse en el presente, disminuyendo los pensamientos intrusivos sobre el futuro.
  • Restructuración cognitiva: se trata de identificar y sustituir pensamientos catastróficos por otros más realistas, algo que permite disminuir el impacto de las preocupaciones.
  • Autocuidado: los hábitos saludables como los ejercicios regulares, alimentación equilibrada y descanso adecuado permite equilibrar el cuerpo y la mente.
  • Aceptación: es importante reconocer y aceptar la ansiedad como una reacción natural para ayudar a reducir el impacto emocional que puede causar.

(I)

Te recomendamos estas noticias