Dos condiciones de salud frecuentes, la resistencia a la insulina y el hígado graso, “pueden desaparecer” sin largas y restrictivas dietas.
Ana Margarita Ramírez, licenciada en nutrición, informa cuál es la clave de “tratamiento” que tampoco incluye grandes cantidades de medicamentos.
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“La resistencia a la insulina y el hígado graso pueden reducirse drásticamente con la actividad física”, manifiesta.
Resistencia a la insulina y ejercicios
El ejercicio incrementa el uso de glucosa en los músculos, informa Ramírez.
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Cuatro consejos para afrontar un diagnóstico de resistencia a la insulina
Amplía que cuando los músculos necesitan energía para obtenerla usan el azúcar en sangre. “Esto reduce la cantidad de glucosa en el torrente sanguíneo y como consecuencia disminuye la necesidad de que el páncreas libere grandes cantidades de insulina”.
Hígado grado y actividad física
La segunda actividad que se reduce con ejercicios es el hígado graso.
El hígado graso es la patología hepática más frecuente en todo el mundo, afecta cerca del 24 % de la población mundial.
Universidad de Barcelona
Informa la nutricionista Ramírez que cuando se hace ejercicio el cuerpo tiende a usar la grasa como fuente de energía.
Eso reduce la cantidad de ácidos grasos disponibles en el torrente sanguíneo y, por lo tanto, la cantidad de grasa que el hígado recibe y almacena.
Qué ejercicios hacer
Ana Margarita Ramírez propone comenzar haciendo 20 minutos al día de ejercicio si eres sedentario e ir aumentando progresivamente hasta llegar a 45 minutos o una hora.
Así vas a incrementar la fuerza y la resistencia.
“esto va a prevenir estas dos enfermedades tan comunes”.
Mejor ejercicio para combatir resistencia a la insulina y el hígado graso
En Infobae y en el site del Dr. Mauricio González, un médico con triple especialidad (medicina interna, de emergencias y de obesidad) en Nueva York, propone para combatir la resistencia a la insulina y el hígado graso.
Gastroenteróloga comparte los hábitos que ayudan a sanar el hígado graso
1. Entrenamiento con pesas
Infobae suma aquí “el uso de bandas elásticas dos o tres veces por semana ayuda a aumentar la masa muscular y mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que puede influir positivamente en la reducción de la grasa en el hígado”.
2. Pilates
3. Ejercicio aeróbico
Como nadas, correr, caminar o andar en bicicleta pueden ayudar a quemar calorías, mejorar la salud cardiovascular y aumentar la sensibilidad a la insulina, destaca González.
4. HIT o Entrenamiento de Intervalos de Alta Intensidad
Este tipo de entrenamiento alterna períodos cortos de ejercicio intenso con períodos de recuperación, describe.
5. Yoga.
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