La alimentación es un aspecto que se debe tener en cuenta en la vida de cualquier persona, y en las mujeres se ve influenciada por su ciclo hormonal. Entre las diversas estrategias dietéticas que hay en la actualidad, el concepto de “ayuno inteligente” gana importancia.

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Esta modalidad proviene del ayuno intermitente, una popular manera de restricción alimentaria que implica períodos prolongados sin comer. Con frecuencia se entiende como un proceso donde se deja de consumir alimentos desde la cena del día anterior para lograr un margen de ayuno de al menos 12 horas.

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El ayuno es una forma de cuidar la alimentación.

Sin embargo, el ayuno inteligente va un paso más allá al considerar no solo el tiempo, también la flexibilidad y la adaptación a las necesidades hormonales especialmente en las mujeres.

¿Qué es el ayuno inteligente?

Gabriela Pocoví, experta en nutrición, expone en su obra “La solución para la inflamación”, citado por Telva, que el concepto de ayuno intermitente, tal como se presenta tradicionalmente, puede ser demasiado rígido.

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Según ella, “algo tan intuitivo y primordial para la salud como es el ayuno no puede ser llevado con tanto rigor y tantas reglas”.

Pocoví propone que, en lugar de seguir un esquema estricto, es necesario poner en práctica el sentido común.

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Ella invita a reflexionar sobre cómo los seres humanos se alimentarían en un contexto de subsistencia en la naturaleza y es aquí donde entra en juego el “ayuno inteligente”.

Desde el portal antes citado explican que el término “ayuno inteligente” que utiliza Pocoví se refiere a la idea de proporcionar un descanso digestivo que permita a las células y al sistema inmunitario disminuir su actividad, alineándose con las necesidades naturales.

“Hay que destacar que nuestras necesidades cambian, más aún si eres mujer y tienes todo un baile hormonal que regula tu apetito cada mes”, aclara la nutricionista.

En el ayuno en lugar de seguir un esquema estricto, es necesario poner en práctica el sentido común.

Así, el ayuno inteligente no debe ser percibido como una imposición, sino como una adaptación que responde al ritmo de vida, permitiendo que el cuerpo encuentre sus tiempos óptimos para descansar y recuperarse.

En su recomendación, Pocoví propone un periodo de ayuno de 12 horas. Esto puede lograrse fácilmente simplemente extendiendo el tiempo desde la cena hasta el desayuno del día siguiente.

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Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchas personas tienden a caer en la trampa de saltarse el desayuno después de una cena tardía, lo que puede provocar un desajuste hormonal.

“La mayoría cena a las 9 de la noche y luego no desayuna. Y eso es hacerle un daño a tus hormonas brutal, porque estamos hechos para comer en horas de luz y no en horas de oscuridad. Si vas a hacer ayuno, sáltate la cena, no el desayuno”, señala la nutricionista.

El ayuno inteligente, tal como lo describe Pocoví, se basa en escuchar las propias señales de hambre y saciedad, en lugar de dejarse llevar por la sobrecarga de alimentos.

Otro consejo de la experta es: “No ayunes siempre las mismas horas, es lo más antinatural que existe”, recalca la nutricionista, al recordar que la flexibilidad es clave para mantener un equilibrio saludable.

(I)

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