“Antes de que pasara todo esto…”. La vida de Yuli Vargas cambió en un abrir y cerrar de ojos. De ser una joven disciplinada con los ejercicios, por ser modelo, pasó inesperadamente a luchar por su propia vida. Recibió varios diagnósticos, entre esos: pangastritis, colitis moderada a severa (TLP), un ACV y lupus eritematoso sistémico con afectación del sistema nervioso y del páncreas.
Cuidados para vivir con lupus y fibromialgia
“Yo vivía una vida muy activa, entre ser mamá, trabajar y hacer ejercicios. Estudié marketing digital, era modelo y trabaja para un negocio familiar en el que hacía pagos a proveedores, movía las redes sociales y creaba contenido”, se describe desde sus plataformas digitales.
Publicidad
Nada volvió a ser igual
La vida de Yuli cambió radicalmente tras comer sushi. Su salud se deterioró. Desde ese día, como asegura, “nada volvió a ser igual”.
Cuenta que el 23 de agosto ingresó al hospital porque se sentía mal. “Tenía un examen positivo de salmonela y tifoidea, después de haber consumido un sushi en un restaurante de mi país, Ecuador”.
Publicidad
“Mi salud se vio totalmente afectada. Solo iba en picada… para abajo y había mucho, mucho dolor”, narra Yuli.
Sobreviví a dos momentos de salud que casi me cuestan la vida.
El primer momento fue una operación de alto riesgo y el segundo fue un ACV.
Dos horas después de la cirugía tuve una parálisis que afectó el lado derecho de mi cuerpo.
Yuli Vargas
La infección por la ingesta de sushi afectó tanto mi salud que se me terminó activando una enfermedad autoinmune, lupus eritomatoso sistémico (LES).
Yuli recibió el alta hospitalaria
La mujer ecuatoriana, de 27 años, pudo regresar a casa. Sin embargo, “aquí comienza una nueva historia, el inicio de una nueva vida”.
Yuli ha tenido que ir descubriendo su enfermedad, atravesarla un día a la vez.
“A veces me da mucho miedo lo que va a pasar, pero confío en que sea lo que sea que pase, si Dios me lo manda es porque sabe que puedo con eso.
Creo firmemente en que sin apoyo de mi familia y de las personas que me quieren, no hubiera podido llegar hasta donde estoy ahora”, señala Yuli, quien dice que Luciana, su hija de 9 años, es su primer amor.
En su video, a sus seguidores, promete “seguir dándolo todo, “aunque no sea fácil, aunque a veces duela mucho”.
Yuli está en rehabilitación. “Soy muy disciplinada, cuando quiero algo lo consigo”.
En sus post sostiene: “Intento volver a caminar, a comer y a moverme. Estoy aprendiendo más sobre el lupus y viviéndolo intensamente, porque cuando duele, duele”.
Dice que con la enfermedad ha perdido muchas cosas y ha ganado otras. Valora más cada día y aconseja: “Ama con todo tu corazón y deja huellas en las personas que amas”. (I)
Te recomendamos estas noticias