¿Alguna vez le has dado vueltas a tus problemas mientras estás acostado en la cama, justo antes de caer en un profundo sueño? Es un hábito bastante común tener la cabeza sobre la almohada y los pensamientos fluyendo como un río desbordado, pero lo que seguro no sabes es que esa postura, aunque cómoda, podría no ser la más adecuada para aclarar la mente.