Hoy en día existen una amplia variedad de dietas y regímenes alimenticios, cada uno con características particulares que prometen ser la panacea para quienes buscan quitarse esos kilos extras. Entre las muchas opciones disponibles, la dieta del huevo duro gana popularidad como una alternativa llamativa para perder peso rápido.
Los huevos son reconocidos por nutrientes como la vitamina B2 (riboflavina), la vitamina B12, la colina y el selenio. Además, su alto contenido de proteínas de alta calidad contribuye a la saciedad y a preservar la masa muscular.
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Sin embargo, se deben consumir en una dieta equilibrada, ya que adoptar un enfoque extremo podría no producir los resultados deseados a largo plazo.
¿Cómo es la dieta del huevo cocido?
La dieta del huevo duro se centra en el consumo de entre 3 y 4 huevos cocidos al día, complementados con otras fuentes de proteínas magras, así como frutas y verduras bajas en carbohidratos.
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Su principal premisa es inducir una sensación de saciedad que favorezca la pérdida de peso. Sus partidarios afirman que es posible perder aproximadamente 5 kilos en la primera semana y hasta 10 kilos en la segunda, según explica Mejor con Salud.
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Para implementar la dieta del huevo duro, se recomienda incluir huevos cocidos en las tres comidas principales del día.
A su vez, esta dieta minimiza el consumo de carbohidratos, le da prioridad a la ingesta de proteínas y en reducir los carbohidratos.
Entre los alimentos prohibidos se encuentran productos lácteos, legumbres, cereales y algunos tipos de verduras con almidón, así como frutas ricas en carbohidratos. La restricción también se extiende a los alimentos ultraprocesados y al azúcar añadido.
¿La dieta del huevo funciona para perder peso?
Respecto a su eficacia para la pérdida de peso la respuesta es sí pero, si bien puede tener éxito en el corto plazo, los resultados no son sostenibles.
Desde Mejor con Salud explican que la dieta del huevo duro propicia un déficit calórico y aumenta la sensación de saciedad al estimular la liberación de leptina, la hormona que indica saciedad, y al disminuir los niveles de grelina, que es la hormona del hambre.
Sin embargo, las restricciones alimentarias la convierten en una opción poco viable para mantener, no solo por su monotonía, también por el riesgo de deficiencias nutricionales.
Este plan de alimentación, además de crear un posible efecto rebote, también podría causar alteraciones en el organismo como falta de energía, problemas digestivos, riesgo cardiovascular o malestar emocional, debido a la ausencia de otros productos que complementan una nutrición equilibrada.
Además, hasta la fecha, no se ha realizado ningún ensayo clínico que respalde los beneficios específicos de la dieta del huevo duro para la pérdida de peso.
La evidencia sobre los regímenes alimenticios bajos en carbohidratos y altos en proteínas es mixta, lo que invita a la cautela.
La popularidad de esta dieta se vio impulsada en 2018 por el libro “La dieta del huevo cocido” de Arielle Chandler, cuya falta de acreditación como dietista registrada plantea interrogantes sobre la validez de sus afirmaciones.
La autora asegura que su programa sirve para perder hasta 11 kilos en dos semanas. Sin embargo, como reseña el portal antes citado, varios expertos en nutrición afirman que están ante una dieta de moda o dieta milagro, insostenible, problemática e ineficaz.
(I)
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