Imagina a una persona que se levanta temprano para correr, va al gimnasio después del trabajo y los fines de semana realiza actividades al aire libre. Parecería gozar de una salud envidiable, ¿verdad? Sin embargo, si esta misma persona pasa la mayor parte del día sentada en una oficina, frente a una pantalla, podría estar subestimando los riesgos para su salud.
Este fenómeno, conocido como sedentarismo oculto, revela una verdad sorprendente: la actividad física regular no es suficiente para contrarrestar los efectos negativos de estar sentado durante largos períodos.
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El riesgo del sedentarismo oculto
De acuerdo con el portal Muy Interesante, “una persona puede ir al gimnasio durante una hora por la mañana, pero si después pasa el resto del día sentada frente al ordenador, trabajando o viendo la tele, está teniendo un patrón de comportamiento sedentario”.
Este hábito, que muchas veces pasa desapercibido puede ser bastante perjudicial, según los expertos. Y es que estar sentado por más de seis u ocho horas de forma ininterrumpida se traduce en la ralentización del sistema metabólico, la reducción del flujo sanguíneo, el desarrollo de problemas de espalda y cuello a largo plazo.
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A esto se suma un mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas como problemas cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad e incluso algunos tipos de cáncer.
¿Cómo corregir el sedentarismo oculto?
Realmente, evitar caer en el sedentarismo oculto no es nada del otro mundo. Lo importante es incorporar una mayor cantidad de movimientos en nuestro día a día, más allá del tiempo que se dedica a hacer ejercicio en el gimnasio o al aire libre.
Muy Interesante señala que también es buena idea practicar ejercicios de estiramiento y movilidad, junto con cuidar la postura que se mantiene al estar sentado.
(I)