¿Sueñas con una piel joven, rica en colágeno, un corazón fuerte y tener huesos de acero? La naturaleza te ofrece un tesoro en forma de pequeñas esferas dulces: las uvas. Estas deliciosas frutas, no solo son un placer para el paladar, sino que también son una fuente de nutrientes y propiedades saludables.
Su alto contenido en antioxidantes, como el resveratrol y los polifenoles, las convierte en un escudo protector contra el envejecimiento prematuro. Por otro lado, las uvas tienen cualidades antiinflamatorias y vasodilatantes que favorecen al buen estado de las arterias y el corazón.
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Así lo indica también La Vanguardia, medio que señala que estas pequeñas esferas son capaces de estimular la producción del colágeno, una proteína esencial para la elasticidad y fuerza de la piel, así como ayuda a fortalecer las articulaciones, huesos, músculos.
La fruta mágica proveniente de África que transforma los sabores ácidos y amargos en dulces
¿Cómo integrar las uvas a la dieta diaria?
Una de las principales bondades de la uva es que se pueden integrar a la alimentación diaria de forma sencilla. El español también dio a conocer algunos ejemplos de cómo comerlas.
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- Batido de uva y yogur: Pon dentro de una batidora uvas sin semillas con algunos frutos rojos de tu elección, espinacas frescas, yogur griego y un chorrito de miel. Mezcla hasta obtener una consistencia suave y agrega hielo al gusto.
- En ensaladas: Si te provoca una ensalada nutritiva, apuesta por combinar espinacas, queso feta desmenuzado, nueces y uvas troceadas, luego agrega como condimento algo de sal, pimienta, aceite de oliva y vinagre balsámico. Las uvas aportarán sus nutrientes y un delicioso dulzor a este platillo.
- Brochetas: En un palito de brocheta, ensarta uvas rojas y verdes intercaladas con cubitos de queso de tu elección.
Ten en cuenta que consumir solo unos 100 gramos de esta fruta aporta una gran cantidad de energía, unos 2 miligramos de sodio y 190 miligramos de potasio.
(I)