Ir a descansar en una cama con sábanas recién cambiadas nos otorga una sensación distinta y, quizás, un mayor placer al momento de dormir, por el aroma y la suavidad de las telas impecables.

Aunque definitivamente todos cambiamos las sábanas, es muy probable que no lo hagamos tanto como deberíamos. Hay que tener en cuenta que estas pasan por varias horas en contacto con nuestro cuerpo, según una publicación del sitio web Trendencias.

Los plazos para optar por unas sábanas limpias también dependerá de los hábitos de la persona, si se ducha antes de acostarse o por la mañana, si pasa mucho tiempo en el campo y trae mucho polvo, si hace deporte o no, etc.

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Qué se esconde bajo nuestras sábanas (y por qué no suelen estar tan limpias como parece)

¿Cada cuánto debemos cambiarlas?

En el artículo se menciona que lo ideal es cambiar las sábanas al menos una vez a la semana. Además, es posible alargar un poco este período en las épocas muy frías o en los sitios en los que se vive con bajas temperaturas.

Cada cuánto debemos lavar las sábanas de la cama

Es importante recordar también, que los días que no cambiamos las sábanas, estas deben airearse bien, ventilando la humedad que se acumula mientras dormimos. De esta forma evitamos que acumulen microorganismos que den lugar a infecciones o alergias.

Imagen: Pexels

Evitar enfermedades

Si nos encontramos enfermos o padecemos de alergias (al polvo o a los ácaros, por ejemplo), el cambio de las sábanas debe ser más constante.

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En las sábanas puede acumularse polvo o gérmenes que pueden causar afectaciones a quienes duermen en esa cama. (I)