Los cumpleaños son hitos para un niño. A medida que crece, le dan una constancia de su madurez física, mental y social. Y por supuesto, le permiten ver a sus seres queridos, comer las golosinas que a diario no pueden y recibir regalos.

En un tiempo en que las comunidades no pueden estar físicamente juntas, es especialmente importante para el niño celebrar el recordatorio de que pertenecen a una red humana. “El distanciamiento social no significa aislamiento”, dice Graziella Simonetti, educadora para padres en Long Island, Nueva York. “Incluso si la reunión es remota, ayuda a todos a sentir que están juntos”. Que pertenecen.

Por eso, algunas familias organizan desfiles para los pequeños, en los que los participantes pasan frente a la casa con carteles, sea en auto o a pie, y de desearlo, dejan un obsequio en la entrada.

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Las celebraciones también les dan a las familias una manera de romper la monotonía de la vida en cuarentena, que en todas partes parece retornar a cada momento. Los días se parecen demasiado unos a otros y pasan inadvertidos. En estos momentos, un cumpleaños merece celebrarse.

El distanciamiento social no significa aislamiento. Incluso si la reunión es remota, ayuda a todos a sentir que están juntos.

¿Está pensando en llamar a un animador de fiestas infantiles?

Pero es evidente que no todos estamos preparados para una celebración con mesura. La idea de una fiesta sin invitados y sin caras descubiertas es ajena para una buena parte de la población. Katherine (29), animadora de este tipo de eventos en Guayaquil, cuenta su experiencia. "Este es un momento delicado. Los niños son emocionales. Si te ven disfrazado (de un personaje famoso) quieren abrazarte. Ven a otros niños y quieren tocarlos y jugar. Es difícil separarlos. La mayoría ha pasado tanto tiempo encerrado, sin compartir con gente fuera de su núcleo familiar, que es natural”.

También observa que un trabajo como el suyo se vuelve más complejo por la actitud de los celebrantes. “A muchas personas definitivamente no les gusta que les recuerden que deben usar la mascarilla”. Argumentan, por ejemplo, que ya tuvieron COVID-19 y tienen anticuerpos o lo contrario, que están en familia y nadie se ha contagiado. “Es difícil no caer mal cuando pides que por favor todos los invitados usen el cubrebocas”.

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En el caso de los festejos para niños, algunos padres insisten en que el cumpleañero no utilice mascarilla porque “los niños no se contagian” o porque no va a ser reconocible en las fotos. “Pero yo sí tengo que usar mi protección, ¡tengo hijas!”, dice Katherine.

Algunas opciones para festejar respetando el distanciamiento social

Dado que la posibilidad de reforzar las medidas sanitarias es una constante, muchas familias han tenido que hacer uso de una mezcla de ingenio y austeridad. No hay invitados presenciales, pero eso no significa que será un día como todos.

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  • Unos ordenan comida del restaurante favorito de los niños. Muchos restaurantes ofrecen servicio a domicilio, y en ciertas fechas, las compañías de envíos hacen descuentos. Una orden especial para la familia es más económica que una fiesta. En Instagram, ciertos proveedores han ideado kits cumpleañeros que incluyen sombreros, globos, velas y otras decoraciones de acuerdo con los gustos del cumpleañero.

Pierda el recelo a la celebración por video

Por un tiempo, lo más sensato será recurrir a la creatividad. Si ve que su hijo se beneficiaría mucho de ver a un grupo grande de personas o hay mucha familia deseando pasar la fecha con ustedes, considere la fiesta virtual o la transmisión en vivo. Averigüe si algún animador para niños estaría dispuesto a grabar un saludo o darlo en vivo a sus pequeños, vestido de su héroe o heroína.

“Con mi equipo (Animaciones Esnupi) decidimos añadir al repertorio las fiestas por videoconferencia (Zoom)”, relata Katherine. “Cada familia en su casa, enciende la cámara y desarrollamos nuestro programa, las dinámicas, coreografías y juegos de retos”: sacar a bailar a los padres, Simón dice, la búsqueda de objetos. Los ganadores obtienen el reconocimiento de todos los que están en la sala.

Esto también es aplicable a los colegios, que transmiten los días festivos por Facebook, con narración de historias, música y actuación. La participación de los niños sucede en los comentarios. “Más seguro para todos y se reduce el costo de la presentación”, destaca la animadora. (I)