Descubrir el mundo a bordo de un hotel sobre el agua y por las noches navegar hasta el próximo puerto sin tener que hacer las maletas: ese es el atractivo de los cruceros en alta mar. Claro que durante una pandemia global las ventajas de esa forma de viajar se convierten en lo contrario: riesgos.

Ahora los cruceros vuelven a funcionar de a poco, pero con estrictas medidas de protección. ¿Qué pasa entonces con la experiencia? ¿Puede haber una vuelta a la normalidad en tiempos de coronavirus? "Lo que intenta el sector por el momento es cerrar aún más un sistema ya de por sí cerrado. Ahora ya casi no hay ninguna intersección con el mundo exterior. O sea, no hay posibilidad de bajar a puerto, a ver atracciones, hacer excursiones", explica el profesor Alexis Papathanassis, experto en cruceros de la Escuela Superior de Bremerhaven.

Más allá de eso, también la vida social y el entretenimiento a bordo están limitados. "Uno se pregunta si realmente aún es atractiva esta forma de pasar las vacaciones".

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Una pregunta para el futuro a mediano plazo es: ¿Qué tan cerrado permanecerá el sistema? Por ejemplo, es posible imaginar alianzas estrechas con algunos puertos, en los que se controlan con precisión todos los procesos, dice Papathanassis. "Me puedo imaginar que se creen cadenas verticales exclusivas con determinados socios. Dentro de esa cadena, se puede garantizar seguridad".

Así, la naviera Aida Cruises explica: a medida que abran determinados puertos europeos se puede pensar en integrar los primeros destinos extranjeros al programa. Claro que aún no se sabe cuándo puede ocurrir eso.

No solo las bajadas a tierra faltan aún, sino que a bordo las cosas también serán muy diferentes. Las compañías navieras viajan con menos pasajeros. Rigen estrictas reglas de higiene. Y los viajeros deben mantener la distancia entre ellos, al menos 1,5 metros.

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Ya se verá si eso funciona. "Esto del 'social distancing' en teoría es posible, pero requiere una enorme disciplina de parte de la tripulación y los pasajeros", dice el profesor Papathanassis.

Eso lleva a la pregunta decisiva: ¿Cómo se puede impedir que suban a bordo personas infectadas y que una vez allí contagien a otros? ¿Y qué pasa si durante un viaje se produce un brote de coronavirus?

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Aida y Tui Cruises comunicaron que tomarán la temperatura a todos los pasajeros antes del check in. Pero esta es una medida que, según los expertos, apenas ofrece protección: "Tomar la temperatura es una patraña", dice el médico Christian Ottomann, director de la asociación de médicos de a bordo. "Hay infectados sin fiebre u otros síntomas".

Ottomann considera apropiado ofrecer los llamados tests PCR a todos los pasajeros el día que embarcan. Por el momento, ni en Aida Cruises ni en Tui Cruises tienen previsto realizar esos tests, confirmaron ambas empresas. Pero se podrían realizar los tests a bordo en caso de necesidad.

Si se llegase a confirmar un caso a bordo, las compañías navieras tienen previsto un plan de emergencia detallado. "En caso de que se confirme un caso sospechoso, aislaremos al pasajero lo más rápidamente posible y lo trasladaremos para su tratamiento a un hospital apropiado a tal fin en tierra", dice Godja Sönnichsen, de Tui Cruises. "No importa dónde estemos, nuestros pasajeros no se quedarán varados ni deberán esperar dos semanas en el barco".

También Aida Cruises subraya que en caso de confirmarse un caso de Covid-19 rápidamente se garantizará la atención médica y el desembarco del pasajero así como su viaje a su lugar de origen.

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El sector de los cruceros tiene de hecho mucha experiencia en el manejo de enfermedades de a bordo y pudo contener de manera continuada en los últimos años los brotes de norovirus, dice Alexis Papathanassis. "La imagen del barco como centrifugadora de virus sobre el agua no es justa. También puede producirse un brote de coronavirus en un lugar de vacaciones o en un hotel en tierra". La pregunta es, sin embargo, quiénes serán testeados a bordo y en qué momento en caso de un brote a bordo.

El médico Ottomann considera que como muy temprano en enero de 2021 los cruceros volverán a funcionar con más normalidad. Pero cree que llegarán al nivel de antes de la crisis recién "cuando haya una vacuna".