Dice Pessoa en su Libro del desasosiego (Seix Barral): “Vivimos todos, en este mundo, a bordo de un navío zarpado de un puerto que desconocemos hacia un puerto que ignoramos; debemos tener los unos para con los otros una amabilidad de viaje” (p. 192). Bueno, esa “amabilidad de viaje” no siempre ha estado presente cuando en realidad nos ha tocado viajar en navío. Alguien del que podemos aprender mucho de lo que sucede en las travesías marítimas es el legendario Jason. Él era apenas un niño inexperto en viajes marinos y en asuntos de la vida cuando decide zarpar junto con sus compañeros Argonautas en la nave Argo, la primera que había sido construida por humanos, en búsqueda del famoso vellocino de oro. Se enrumbaron hacia Cólquide, un reino colonizado por los antiguos griegos y que estaría ubicado en lo que hoy es Georgia sobre el mar Negro. Cuenta Apolonio de Rodas en Las Argonáuticas (Catedra, 1986) que Jason regresó victorioso de su empresa junto con la hermosa Medea, luego de haber sido presas de los miedos, insidias e incertidumbres que suceden a menudo en toda travesía marítima de larga duración.
El viaje de Jason es narrado como esa travesía universal y siempre compleja por la que se pasa de la adolescencia a la edad madura, visto a través de un chico y una chica. Ese complicado viaje de abandonar la tierra firme y segura y encontrar la “medida heroica” en el amor deviene en el libro de Marcolongo el salto y desafío de la vida".
El mítico viaje de Jason tras el vellocino de oro ha sido recreado en varias ocasiones en la literatura. Una de las obras más notables es la de Richard Graves (1895-1985), escrita ya hace algunos años y traducida al español por la editorial Edhasa (1983 p. 496), y que contiene un interesante apéndice histórico. Con su enorme erudición clásica y su brillante estilo, el autor de Yo Claudio nos entrega un libro fascinante sobre la exploración de Jason. Mas recientemente, la profesora italiana Andrea Marcolongo (1987) ha escrito una interesante obra que también toma como referencia la citada expedición de Jason. El libro de Marcolongo, La medida de los héroes (traducción de Teófilo de Lozoya y Juan Rabasseda. Editorial Taurus, 2019, 284 páginas), sin embargo, toma un giro bastante original.
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El viaje de Jason es narrado como esa travesía universal y siempre compleja por la que se pasa de la adolescencia a la edad madura, visto a través de un chico y una chica. Ese complicado viaje de abandonar la tierra firme y segura y encontrar la “medida heroica” en el amor deviene en el libro de Marcolongo el salto y desafío de la vida, un viaje donde el mar se vuelve el protagonista y los viajeros sus acompañantes. La prosa de la autora envuelve de sus primeras páginas (“El mar es una lengua antigua que nos habla (...). Conoce el arte del encanto, del estupor, del miedo, de la impaciencia y de la espera...”). Marcolongo es autoría de otro libro interesante, una invitación a aprender el griego antiguo (El lenguaje de los dioses. Editorial Taurus. 2017) y estudiar a los clásicos.
Los libros aquí citados pueden ser adquiridos en las librerías nacionales, con excepción de la obra de Graves que habría que pedirla a las librerías españolas. (O)