El COVID-19 vino a quedarse, y todos le hemos hecho un espacio importante en nuestras vidas, voluntariamente o a regañadientes. Es un participante invisible, pero muy influyente, en todas nuestras discusiones, conclusiones y decisiones. ¿Puede alguien decir que su vida no ha cambiado dramáticamente en los últimos seis meses? No solamente que nuestro estilo de vida ha cambiado, sino que estamos listos a seguir cambiando para estar a la altura de las circunstancias y poder defendernos de lo que nos toque enfrentar.